Inmigrantes Venezuela EE UU Biden
Imagen: Ap

El general Pedro Naranjo Suárez, perseguido político y padre del teniente Pedro Naranjo Machado, deportado por EE UU y encarcelado en Venezuela, confesó en una entrevista a la agencia Associated Press que ni él ni su hijo tenían un plan B pues confiaban en la democracia del país gobernado por Joe Biden.

“Nunca pensamos que Estados Unidos, como aliado de la democracia en el mundo y de la oposición venezolana, como un país protector de derechos humanos y libertades, podría hacer lo que hizo con mi hijo”, afirmó Naranjo Suárez, quien fue liberado después de 10 días bajo custodia estadounidense y ahora está a la espera del resultado de su solicitud de asilo.

El teniente fue entregado al gobierno de Nicolás Maduro pese a ser hijo de un general preso político durante tres años y a que, además, había desertado de su puesto para escoltar a su padre en su huida a Estados Unidos.

Es uno de los evidentes giros de tuerca a la protección otorgada durante años a los opositores venezolanos. También del incumplimiento con la defensa de los derechos humanos.

En medio de la gran crisis migratoria que sufre EE UU en su frontera sur, Washington ha apostado por combatirla cuando falta menos de un año para las presidenciales.

Es el caso de Naranjo padre e hijo, quienes escaparon de Venezuela hace un año y, pese a su heroicidad, no encontraron la solidaridad que esperaban.

Primero en Colombia, donde la administración de Gustavo Petro, aliado de Maduro, les dio la espalda. Y después en México, donde tampoco fueron asistidos. Ante semejante situación decidieron cruzar el río Bravo el 4 de octubre pasado para, una vez en suelo estadounidense, entregarse a las autoridades para reclamar asilo y protección.

Lo ocurrido ha generado críticas como la de la activista Tamara Suju, quien consideró inaceptable e inhumana la decisión de la gestión de Biden: «Huyó del país (con su padre) luego de haber sido torturado (el general) y tras atravesar dos países afines al régimen». 

Por su parte, Ernesto Ackerman, presidente de la organización Independent Venezuelan American Citizens (IVAC), consideró que el teniente calificaba para el asilo por «miedo creíble», esto es que su vida corre peligro en su país, debido a que es hijo de un militar que estuvo tres años encarcelado y es un perseguido político del régimen de Nicolás Maduro.

«Llega a un país democrático, con esperanza de que le van a dar un asilo y lo entregan a un capo», señaló a EFE Ackerman, quien recordó que en 2020 el Departamento de Estado de Estados Unidos ofreció una recompensa de 15 millones de dólares para quien brinde información que permita la captura del mandatario venezolano, acusado de cargos de narcoterrorismo.

«Estos jóvenes, que son los que podrían alzarse en Venezuela, ahora van a coger miedo, van a pensar que los van a devolver», explicó el directivo. «Nos quitan cualquier esperanza de liberación en Venezuela», agregó.

El titular de IVAC subrayó que padre e hijo pasaron por la selva del Darién y cruzaron la frontera entre México y Estados Unidos, pero si bien al progenitor lo pusieron en libertad y ahora reside en Texas mientras las autoridades estudian su caso de asilo, el teniente fue enviado a un centro de detención donde luego se ordenó su expulsión.

«Este gobierno no está con los venezolanos», lamentó Ackerman.


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