Nueva York vivió este sábado una nueva jornada de protestas pacíficas contra el racismo. Al menos dos decenas de convocatorias por toda la ciudad se registraron luego de una de las noches más tranquilas desde el inicio de las manifestaciones.
La Policía indicó que la noche del viernes se saldó con apenas unos 40 arrestos, muy lejos de los más de 700 que llegaron a darse el lunes, el primer día con toque de queda en la Gran Manzana.
La medida, que continúa en vigor cada día a partir de las 8:00 de la noche, volvió a ser desafiada por varios grupos de manifestantes. Los uniformados los dispersaron sin demasiados incidentes.
Este sábado, en un día de mucho calor, miles de ciudadanos comenzaron a salir a las calles en horas de la mañana para participar en el sinfín de convocatorias difundidas a través de las redes sociales.
Aproximadamente 3.000 personas participaron, según cálculos de la Policía, en una concentración junto al popular Prospect Park. Luego marcharon en dirección a Manhattan, atravesando el histórico puente de Brooklyn.
Las protestas se repetían en todos los distritos de Nueva York, con números importantes de manifestantes en Queens, El Bronx o Manhattan.
La ciudad anunció el viernes que dos agentes fueron suspendidos por el uso desproporcionada de la fuerza en incidentes registrados durante la semana. En estos hechos muchos manifestantes denunciaron abusos policiales contra marchas pacíficas.
Mientras, la Policía detuvo este sábado a una mujer acusada de hacer pintadas en la catedral de San Patricio durante las manifestaciones del pasado fin de semana.
Numerosas organizaciones y políticos locales insistían al alcalde de la ciudad, Bill de Blasio, para que ponga fin al toque de queda. Consideran que resulta contraproducente y creando problemas innecesarios, dado que casi todas las protestas están siendo pacíficas.
De Blasio, que anunció la medida después de los disturbios y saqueos que se produjeron durante los primeros días, defiende que está siendo efectiva para minimizar estos problemas.
