Maduro
Foto Archivo

Foley & Lardner LLP, bufete de abogados que fue contratado por 12,5 millones de dólares por un aliado de Nicolás Maduro, decidió deshacerse del controvertido cliente venezolano después de que dicha empresa fue acusada de trabajar para un dictador socialista.

La firma legal estadounidense acordó representar al procurador general de Maduro, Reinaldo Muñoz, reseñó la agencia Associated Press.

Un trabajo periodístico explicó que documentos presentados ante el Departamento de Justicia muestran que Foley & Lardner LLP, que tiene oficinas en Washington, pagó, a su vez, 2 millones de dólares para contratar al influyente cabildero Robert Stryk a fin de ayudar a su cliente a aliviar las sanciones de Estados Unidos contra el régimen de Maduro y a entablar conversaciones directas con el gobierno del presidente Donald Trump.

El senador republicano Rick Scott cuestionó el trato. En una carta dirigida a la firma dijo que exhortaría a sus homólogos del Senado a seguir su ejemplo y a boicotear a la firma hasta que corte lazos con el «peligroso dictador».

Foley & Lardner no ha querido declarar

Tres personas familiarizadas con el asunto indicaron el viernes que Foley se retiraría del caso. Hablaron bajo condición de anonimato porque no estaban autorizadas para abordar el asunto.

El director de Comunicaciones de Foley, Dan Farrell, se negó a comentar.

«Espero que estos últimos días sirvan como lección para cualesquiera otras firmas de cabildeo, consultores u organizaciones, de que, si apoyas a Maduro y a su pandilla de rufianes, no me quedaré callado», afirmó Scott en un comunicado enviado a AP.

La contratación que hizo el aliado de Maduro se llevó a cabo justo cuando el apoyo de Estados Unidos a Juan Guaidó, a quien Washington reconoce como el presidente legítimo de Venezuela, es atacado.

Un año después de la campaña de Estados Unidos para destituir a Maduro, él ha superado exitosamente un intento de golpe de Estado, así como protestas masivas y rigurosas sanciones de la Casa Blanca que le han cortado el acceso a su gobierno a los bancos occidentales.

Stryk, un vinicultor y ex asesor republicano que perdió una elección para alcalde en Yountville, California, es uno de los cabilderos más importantes en Washington en la era de Trump.

Fue asesor voluntario en la campaña del mandatario en la costa occidental de Estados Unidos. Su firma, Sonoran Policy Group, no realizó labores de cabildeo de 2013 a 2016. Desde principios de 2017 les ha cobrado más de 10,5 millones de dólares a clientes extranjeros.

Contrato de Muñoz con Foley fue por 12,5 millones de dólares

Al igual que Venezuela, muchos de los clientes tienen mala reputación en Washington o enfrentan sanciones estadounidenses. Ejemplos de ello son Somalia, la República Democrática del Congo y el Ministerio del Interior de Arabia Saudí que firmó un contrato de 5,4 millones de dólares en mayo de 2017.

El contrato de Muñoz con Foley, por una tarifa única de 12,5 millones de dólares, dura hasta el 10 de mayo. A Stryk le corresponden 2 millones de dólares en el acuerdo como pago por su asesoría.

En los documentos que presentó Foley dijo que recibió un poco más de 3 millones de dólares en pagos iniciales a nombre de Muñoz, provenientes de lo que parecen ser dos compañías registradas en Hong Kong. Su trabajo también comprende conversaciones con funcionarios del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, así como otras agencias relacionadas con las sanciones contra el régimen de Maduro.


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