El parlamento de Finlandia no esperó a Suecia y aprobó la entrada a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). El ingreso contó con el respaldo casi unánime de los partidos finlandeses; incluso de aquellos que eran contrarios a la alianza antes del inicio de la invasión rusa de Ucrania.
Los diputados finlandeses aprobaron por 184 votos a favor y siete en contra una ley que permite la entrada de Finlandia en la alianza militar occidental.
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En un contexto de crecientes tensiones geopolíticas y el prolongado conflicto en Ucrania, Finlandia ha decidido unirse a la OTAN. Hecho que se concretó el 4 de abril de 2023.
A raíz de la invasión rusa de Ucrania, Finlandia y Suecia decidieron pasar página a su política de no alineamiento militar en vigor desde los años 1990; heredera de décadas de neutralidad, y se postularon a la OTAN en mayo de 2022.
El país nórdico se convierte en el trigésimo primer miembro en entrar en la Alianza. Esto representa un cambio de 180 grados para la política exterior de un Estado un año después de que pidiera el ingreso.
Esta medida refuerza el compromiso europeo de protegerse ante posibles agresiones. Además, representa un hito en la expansión de la alianza hacia el este.
Que Finlandia se sume a la OTAN es una derrota tanto simbólica como estratégica para Rusia: la alianza militar acaba de sumar a un miembro que comparte una extensa frontera de 1.309 kilómetros con Rusia.
El efecto disuasorio de la OTAN y la percepción de Rusia
En los meses anteriores a la invasión de Ucrania, mientras las tropas rusas se desplegaban en la frontera común y la comunidad internacional mantenía reuniones urgentes, el gobierno de Vladimir Putin señaló en varias ocasiones que el conflicto tenía su origen en la expansión de la OTAN al este.
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Desde su fundación como alianza de defensa colectiva, la OTAN ha realizado una expansión significativa. Admitió a países que antes formaban parte del Pacto de Varsovia. Si bien esta expansión puede ser vista como una amenaza por Rusia, para los países que se unen a la OTAN, la membresía proporciona un efecto disuasorio frente a posibles agresiones.
Rusia ha expresado preocupación por la expansión de la OTAN en repetidas ocasiones, especialmente en el caso de países como Finlandia y Suecia. La percepción rusa de ser rodeada por una alianza hostil podría aumentar las tensiones y llevar a una escalada de hostilidades en la región.
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Como se sabe la OTAN es una alianza política y militar cuyo objetivo principal es garantizar la libertad y la seguridad de sus miembros mediante compromisos políticos y militares. Inicialmente se creó como una alianza entre países de Europa Occidental y América del Norte para contrarrestar la influencia de la Unión Soviética; sin embargo, la OTAN se ha expandido desde entonces para incluir democracias de Europa Central y Oriental después del colapso de la Unión Soviética.
La OTAN está abierta a las democracias que comparten los valores fundamentales de la alianza. Esta incluye la libertad, la democracia, los derechos humanos y el Estado de derecho. Si bien la membresía se ha centrado históricamente en las democracias occidentales, la OTAN ha mostrado su disposición a aceptar a países de Europa Central y Oriental. Aquellos que experimentaron una transición exitosa hacia la democracia y cumplieron con los requisitos de la organización.
Consecuencias inmediatas
La entrada de Finlandia en la OTAN tiene varias consecuencias inmediatas tanto para el país como para la región en general. Algunas de estas consecuencias incluyen:
- Aumento de la seguridad de Finlandia: al unirse a la OTAN, Finlandia se beneficia del principio de defensa colectiva de la alianza. Este establece que un ataque a un miembro de la OTAN es considerado un ataque a todos los miembros. Esto proporciona a Finlandia una mayor seguridad frente a posibles amenazas y agresiones, especialmente dadas las tensiones con Rusia y el conflicto en Ucrania.
- Cambio en las relaciones con Rusia: la entrada de Finlandia en la OTAN podría generar un deterioro en sus relaciones con Rusia. Rusia ve la expansión de la OTAN como una amenaza a su seguridad y esfera de influencia. Esto podría aumentar las tensiones en la región y posiblemente llevar a represalias por parte de Rusia. Por ejemplo, el aumento de la presencia militar cerca de la frontera finlandesa o la implementación de medidas económicas punitivas.
- Compromisos militares y financieros: Al unirse a la OTAN, Finlandia asume nuevos compromisos marciales y económicos. Esto incluye aumentar sus gastos de defensa para cumplir con el objetivo de la OTAN, de destinar al menos el 2% del PIB a la defensa; así como participar en misiones, ejercicios y operaciones de la OTAN.
Cooperación y compromisos: el papel de Finlandia
La entrada de Finlandia en la OTAN podría influir en el debate en Suecia ya que ambos países comparten una estrecha relación política, económica y de seguridad. La decisión de Finlandia, en respuesta al conflicto en Ucrania y las crecientes tensiones con Rusia, podría impulsar a Suecia a reconsiderar su posición y reevaluar los riesgos y beneficios de la membresía en la OTAN.
A pesar de la neutralidad histórica de Suecia, las crecientes tensiones en la región y el conflicto en Ucrania han generado un debate público en el país sobre la posibilidad de unirse a la organización internacional. La opinión pública sueca ha experimentado un cambio gradual en los últimos años, con un número creciente de ciudadanos y líderes políticos expresando su apoyo a la membresía en la OTAN.
El Parlamento sueco aprobó este miércoles por 269 votos a favor y 37 en contra el ingreso de este país nórdico en la OTAN. Medida histórica que pone fin a dos siglos de no alineación militar.
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Veintiocho de los treinta países miembros han ratificado posteriormente ese acuerdo. Falta que lo hagan Turquía y Hungría.
Aunque Suecia aún no se ha unido a la OTAN, ha aumentado su cooperación con la alianza en los últimos años. Suecia ha participado en misiones y ejercicios de la OTAN y firmó el acuerdo de cooperación en materia de seguridad con la OTAN (Host Nation Support Agreement) en 2014. Este acuerdo permite a las fuerzas de la OTAN operar en territorio sueco en caso de crisis o conflictos en la región.