La justicia española se centra en los posibles lazos internacionales que los terroristas de Barcelona y Cambrils pudieran tener en Bélgica, Francia y Marruecos, después de que haya identificado a los autores de los atentados en una primera fase de la investigación.

Cuatro sospechosos fueron detenidos, de los que dos están en prisión sin fianza desde el martes pasado y los otros se encuentran en libertad provisional con medidas cautelares. Además, ocho terroristas murieron: seis en un enfrentamiento con la policía y dos al estallar una casa donde se cree que estaban preparando explosivos.

El juez encargado del caso, Fernando Andreu, se reunió con los responsables de inteligencia de la policía catalana y de los cuerpos de seguridad del Estado para tratar las siguientes fases de la averiguación.

Con vistas a garantizar la coordinación, se acordó que toda la información policial se canalice a través del Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado, dependiente del Ministerio del Interior de España. La Guardia Civil y la Policía Nacional se encargarán de solicitar información a otros países, ya pues la policía catalana no tiene competencias para ello.

El gobierno de Cataluña reconoció que una policía local de Bélgica pidió a las fuerzas de seguridad catalanas “de forma absolutamente informal” datos del imán Abdelbaki Es Satty, considerado el cerebro de los atentados de Barcelona y Cambrils, pero sin alertar sobre él. El titular regional de Interior, Joaquim Forn, dijo que a las autoridades catalanas no les constaba en ningún momento que el imán fuera una persona investigada o peligrosa.

Fuentes del departamento catalán de Interior indican que un agente de la policía de Vilvoorde (Bélgica) remitió en marzo de 2016 un correo electrónico a un mando policial de Cataluña en el que le preguntaba si había datos sobre el imán, sin que constara información en los archivos policiales catalanes.

Mientras, se investiga si el viaje de dos días que varios terroristas hicieron a París en vísperas de los atentados fue para conseguir detonadores para los explosivos que estarían preparando. Se trata de dispositivos necesarios para activar las bombas, pero no son fáciles de fabricar de manera casera.

Vínculos

Fuentes próximas a la investigación señalaron que están intentando averiguar las posibles conexiones y apoyo logístico que el grupo pudiera haber tenido desde fuera de España, para un gran atentado con bombas en iglesias y la basílica de la Sagrada Familia de Barcelona.

En Marruecos, el gobierno se limitó a decir que “sigue en curso” la acción antiterrorista iniciada tras los atentados cometidos en Cataluña hace una semana. La policía de ese país detuvo al menos a tres personas por su posible relación con los hechos, informaron hace pocos días fuentes españolas.

Falsa alarma

Las autoridades holandesas dieron por terminada la amenaza terrorista en Rotterdam, de la que alertó España, aunque la policía investigará ahora los motivos que llevaron a un hombre de 22 años de edad a dar un falso aviso que provocó la suspensión de un concierto en la ciudad. «Estamos muy interesados en escuchar del joven holandés por qué ha cometido esta idiotez. Estamos esperando eso y entender por qué nos ha obligado a cancelar el concierto en el Maassilo (sala de conciertos de Rotterdam)», refirió el ministro de Seguridad y Justicia, Stef Blok.


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