Día de Inauguración:
La victoria del presidente electo Joe Biden en Arizona se concretó el 30 de noviembre de 2020, consolidando aún más su triunfo incluso cuando Donald Trump sigue haciendo afirmaciones infundadas de fraude electoral. Foto: Chandan Khanna / AFP

La Enmienda 20 de la Constitución de Estados Unidos determina que el mandato de un presidente saliente termina al medio día del 20 de enero. Lo que significa que el gobierno de Joe Biden y Kamala Harris comenzará este miércoles a las 12:01 pm.

La toma de posesión del presidente y la primera vicepresidenta se celebrará en Washington bajo las más estrictas medidas de seguridad, esto luego del asalto al Capitolio el pasado 6 de enero, en la que simpatizantes de Donald Trump tomaron el Congreso.

Además, este atípico día, también estará marcado por la ausencia del actual mandatario que no entregará el cargo a su sucesor. La decisión de no asistir a la ceremonia de investidura no es única en la historia estadounidense, aunque será la primera en más de 150 años.

46° presidente de Estados Unidos

Biden, se convertirá en el presidente 46º de Estados Unidos, en un momento crítico para el país, severamente golpeado por la pandemia del coronavirus.

Asimismo, debido a las restricciones por el covid-19, los eventos públicos han sido limitados. No se realizará el tradicional desfile y tampoco el baile inaugural, pues el centro de convenciones que lo acoge está convertido en un hospital de campaña para atender a las personas afectadas por la enfermedad. El número de invitados que presenciarán el juramento también se redujo.

El temor de que se registre más violencia en la toma de posesión de Biden y Harris, crece conforme pasan las horas, para Lara Brown, directora de la escuela de graduado de Gestión Política, de la Universidad George Washington, «la idea de que los estadounidenses creyeran en las teorías de la desinformación y la conspiración», luego de que Trump los alentara a ir al Capitolio, pues afirma, sin tener pruebas, que su derrota en la reelección fue fraude. «Se ha demostrado una y otra vez que está equivocado», dijo Brown.

«No podemos tener una democracia sin verdad, y la verdad es la base fundamental de una ciudadanía informada. Y lo que tenemos es una ciudadanía en este momento que no cree en lo que es de hecho cierto», indicó. Y lo que es de hecho cierto es que Joe Biden ganó la Presidencia de Estados Unidos.

Las tomas de posesión presidenciales requieren grandes despliegues de seguridad. Foto: EFE

«Estados Unidos unido»

Biden, que anunció que su tema central durante la juramentación será Estados Unidos unido, reflejará «el comienzo de un nuevo viaje nacional que restaura el alma de EE UU, une al país y crea un camino hacia un futuro más brillante». Brown, consideró que el presidente demócrata tiene «el deseo de reconocer» la dificultad en la que se encuentra la Nación, pero también quiere «ofrecer una visión de esperanza y optimismo sobre el futuro del país».

«Nuestro Día de Inauguración es uno que demuestra la renovación del proceso democrático, así como la curación que a veces se necesita después de una batalla electoral», continuó la experta durante una rueda de prensa con el Foreign Press Center.

Sin embargo, Biden, también deberá enfrentar los desafíos con el nuevo Congreso.

Los demócratas finalmente lograron empatar al partido republicano en el Senado de EE UU y optar así a su pleno control. Esto significa que al equiparar los 50 votos, y optar al 50+1 en manos de Harris, su éxito en la Cámara de Representantes es ya una realidad.

Los demócratas y los republicanos mantienen en igualdad los escaños en el Senado de Estados Unidos. Foto: EFE

De esta manera, la gobernabilidad del país queda entonces en manos de los demócratas.

«Gobernar será difícil. La Cámara tiene una división partidista más estrecha que la que tenía después de las últimas elecciones de 2018. El Senado, se dividirá 50-50. Es difícil hacer algo a través de nuestro tipo de proceso constitucional de votación en la Cámara, votación en el Senado y firma del presidente, sin que haya mayorías más grandes que las que tenemos», consideró Brown.

«Lo que eso significa es que los demócratas determinarán la agenda en ambas cámaras y determinarán lo que se va a hacer. No necesariamente podrán determinar qué pasa porque estas cámaras están estrechamente divididas, sin embargo, los demócratas podrán hacer avanzar su agenda con una campaña de presión a los republicanos», agregó.

Qué hay detrás del impeachment

Trump se convertiría en el único presidente en la historia de Estados Unidos en recibir un segundo impeachment de la Cámara de Representantes.

El expresidente fue sometido a uno a finales de 2019 bajo acusaciones de haber buscado la ayuda de Ucrania para conseguir información perjudicial sobre Hunter Biden, hijo del que entonces era únicamente un posible rival electoral y ahora es presidente de Estados Unidos.

Pero, si el republicano ya no es presidente de EE UU para qué seguir con el juicio. El objetivo va mucho más allá. Si el Senado lo condena podrán prohibirle ostentar cualquier cargo público en el futuro.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, fue acusado el 13 de enero de 2021 en el Congreso en un histórico segundo procedimiento de juicio político. Foto: AFP

Lo que temen en EE UU

Además, perdería los beneficios otorgados a sus predecesores según la Ley de Expresidentes de 1958. Incluyen una pensión, seguro médico, un presupuesto para viajes de hasta un millón de dólares y una serie de medidas de seguridad. El más importante de todos, e incluso el única por lo que los demócratas lucharían hasta el final es quitarle el beneficio del Presidential Daily Brief (PDB por sus siglas en inglés).

«Creo que el beneficio más importante no es necesariamente impedir que Trump vuelva a postularse para un cargo. Francamente, no creo que tenga suficientes seguidores para tener mucho éxito», manifestó Brown.

«Creo que la ventaja más inquietante de los expresidentes es que se les permite solicitar el Presidential Daily Brief», que es, de hecho, el brief que proviene de las agencias de inteligencia sobre lo que está sucediendo en EE UU y alrededor del mundo y que nuestros presidentes deben saber, explicó la experta, quien afirmó que «los expresidentes pueden solicitar ese PDB».

Para Brown, es muy probable que el Congreso pueda evitar algunos de esos beneficios, una vez Biden asuma la presidencia de Estados Unidos, sobre todo porque muchos de esos beneficios pueden ser revocados por mayoría de votos.


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