Estados Unidos tregua gaza
AFP

El jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, dijo este miércoles que Estados Unidos está decidido a obtener ya una tregua entre Israel y Hamás, al reunirse en Tel Aviv con el presidente israelí Isaac Herzog.

Antony Blinken, que presiona a Hamás para que acepte la propuesta de alto el fuego y a Israel para que renuncie a su ofensiva contra la ciudad de Rafah, se reunirá en la mañana del miércoles con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.

«Incluso en estos tiempos tan difíciles estamos decididos a conseguir un alto el fuego que traiga a los rehenes a casa, y a conseguirlo ya», declaró Blinken.

«La única razón por la que no se conseguiría es Hamás», agregó.

Blinken visitará el despacho de Netanyahu en Jerusalén a las 10:45 (07:45 GMT). Se espera que le reitere su rechazo a una operación terrestre contra la ciudad sureña de Rafah, donde se aglomeran 1,5 millones de palestinos, en su mayoría desplazados por este conflicto.

Por su parte, el jefe de la diplomacia francesa, Stephane Sejourne, quien abogó por un alto el fuego cuando se reunió el martes con Netanyahu, tiene previsto llegar el miércoles a El Cairo para apoyar la negociación de la tregua.

Netanyahu insiste en Rafah

En la capital egipcia estuvo el lunes una delegación de Hamás, que regresó a Doha para estudiar la nueva propuesta de tregua y dar su respuesta «lo más rápido posible», según una fuente cercana al movimiento.

Los países mediadores (Egipto, Qatar y Estados Unidos) aguardan con impaciencia la respuesta de Hamás hacia esta propuesta que llega tras meses de estancamiento en las negociaciones indirectas.

La oferta incluye una tregua de 40 días y la liberación de rehenes retenidos en Gaza a cambio de prisioneros palestinos en las cárceles israelíes.

Blinken dijo que la propuesta es «extraordinariamente generosa de parte de Israel» e instó a Hamás para aceptarla «sin más demoras».

«Es el momento de actuar», insistió Blinken, cuya administración se ve presionada por la proliferación de manifestaciones propalestinas en las universidades estadounidenses.

Hamás reclama un alto el fuego permanente antes de cualquier acuerdo sobre la liberación de los rehenes. Israel rechaza esta idea e insiste en lanzar una ofensiva terrestre en Rafah, considerada el último bastión local de Hamás.

«La idea de que vamos a detener la guerra antes de lograr todos los objetivos está fuera de cualquier discusión», dijo Netanyahu el martes a familias de los rehenes secuestrados.

«Entraremos en Rafah y eliminaremos a los batallones de Hamás, con o sin acuerdo [de tregua], para conseguir la victoria total», agregó.

El jefe humanitario de la ONU, Martin Griffiths, advirtió que una operación contra Rafah sería «una tragedia indescriptible». «Ningún plan humanitario puede contrarrestar eso», declaró la noche del martes.

Puerto artificial y Erez

Después de soportar el frío invernal, las familias desplazadas en esa ciudad se enfrentan ahora al calor creciente y a la amenaza de la propagación de enfermedades y del hambre.

La ayuda externa, controlada estrictamente por Israel, llega a cuentagotas principalmente desde Egipto, pero es insuficiente ante las enormes necesidades de los 2,4 millones de gazatíes.

Estados Unidos presiona a Israel para que facilite la entrada de ayuda por carretera y comenzó la construcción de un puerto flotante en el litoral de Gaza para recibir ayuda por barco desde Chipre.

La estructura deberá estar lista el jueves, dio el presidente chipriota, Nikos Christodoulides.

Blinken se congratuló por la apertura el martes de una vía terrestre «directa» entre Jordania y la Franja de Gaza por el puesto de Erez, autorizado por Israel ante la presión estadounidense.

El conflicto estalló el 7 de octubre, cuando comandos de Hamás mataron a 1.170 personas, en su mayoría civiles, y secuestraron a unas 250, según un recuento AFP basado en datos oficiales israelíes.

Las autoridades israelíes estiman que 129 personas permanecen cautivas en Gaza, de las que 34 habrían muerto.

Israel lanzó una ofensiva de represalias contra Hamás, que ya ha dejado 34.535 muertos, principalmente civiles, según el Ministerio de Salud de este territorio.

En tanto, el diario New York Times publicó que Netanyahu podría figurar entre las personas inculpadas por la Corte Penal Internacional (CPI) por la conducción de la guerra.

«Instituciones internacionales como la CPI se crearon tras el Holocausto contra el pueblo judío para prevenir futuros genocidios. Y ahora, la CPI intenta sentar a Israel en el banquillo» de los acusados, declaró Netanyahu la noche del martes, quien anticipó un posible «escándalo de proporciones históricas».

Según el diario estadounidense, autoridades de Hamás también podrían ser acusadas por el tribunal de La Haya.


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