Trump- Estados Unidos

La posibilidad de algún tipo de intervención militar por parte de Estados Unidos a Venezuela sigue sobre la mesa. A diferencia de hace un año, esta vez la administración de Donald Trump podría contar con el apoyo de sus aliados en América Latina.

Un alto funcionario de Estados Unidos dijo al diario español ABC que en 2017 Trump habló con los líderes de América Latina sobre la necesidad de plantear opciones militares para Venezuela, pero se mostraban escépticos.

Ante los nuevos ataques del régimen de Nicolás Maduro contra la democracia venezolana, esos líderes han cambiado de parecer y creen que una opción militar es adecuada.

«Hoy, todos los líderes de la región dicen: es probable que tuvieras razón, es probable que debamos ser más proactivos», indicó la fuente.

Con respecto a esas opciones militares, el alto funcionario de Estados Unidos afirmó que una de ellas sería un bloqueo naval para cortar de raíz el tráfico con petróleo venezolano y su envío a Cuba.

Sin embargo, la fuente se rehusó a dar más detalles, con el argumento de que no puede revelar las opciones que baraja el gobierno para facilitar la caída de Maduro. Para ese bloqueo debería desplegarse la Armada estadounidense, o las de sus aliados, en el Caribe.

«¿Quiere decir esto que es necesaria una intervención militar en Venezuela? Esperamos que no. Como es patente, las opciones militares tienen un rango que no significa necesariamente una invasión completa de Venezuela. Algo que en sí mismo sería una verdadera hazaña», añadió esa fuente.

Nueva estrategia de seguridad

El mismo alto funcionario reveló que la Casa Blanca está trabajando en su primera estrategia de seguridad para el continente americano desde la que George Bush, hijo, aprobó en 2004.

La estrategia se hará pública aproximadamente en un mes y constará de cinco grandes puntos. Uno de ellos está dedicado a la preservación de la democracia en todo el continente, con menciones expresas a Venezuela y Cuba.

El funcionario afirma que Trump considera la crisis en Venezuela una amenaza para la seguridad nacional de Estados Unidos. Esta opinión es especialmente porque el régimen venezolano tiene poderosos vínculos con el tráfico de estupefacientes.

Añadió que el gobierno ha identificado las tres rutas principales de la droga venezolana: por el Caribe, por América Central y por México.

Además, está el problema de la crisis migratoria, con 5 millones de refugiados. «Se trata de la mayor crisis humanitaria en la historia moderna de esta región, y está desestabilizando a nuestros vecinos», aseguró.

Este alto funcionario también afirma que avisó a la española Repsol, además de a otras petroleras, de que es hora de replegarse totalmente a Venezuela y poner fin a sus negocios con el régimen. «Les hemos puesto sobre aviso; sus actividades con Maduro y Pdvsa deben acabar«, dijo.


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