Pistas de baile en España
EFE

España volvió a abrir este fin de semana el ocio nocturno después de más de un año de fuertes restricciones por la pandemia del coronavirus, que se encuentra controlada, con una incidencia por debajo de los 50 casos por cada 100.000 habitantes -lo que se considera un «riesgo bajo» de transmisión- y más del 77% de la población con la pauta de vacunación completa.

La apertura de bares y discotecas por la noche coincide con el inicio de un puente largo por la festividad del 12 de octubre, que los españoles han aprovechado, animados además por el buen tiempo del inicio del otoño, para desplazarse masivamente por todo el país en busca de entretenimiento, descanso, reuniones familiares y diversión.

En España, solo dos regiones (Galicia y Asturias) se encuentran en la denominada «nueva normalidad» con incidencias inferiores a los 25 casos de coronavirus por cada 100.000 habitantes a 14 días.

El resto de territorios presentan incidencias de riesgo bajo y medio, pero la mayoría continúan con una tendencia a la baja en la transmisión

«Teníamos muchas ganas de salir», «no podía esperar más»… son algunas de las frases repetidas por los jóvenes al entrar anoche en las discotecas, que por primera vez tras 19 meses abrieron sus pistas de baile en ocho regiones.

Los bailes en la pista, aunque sea sin bebida en la mano y con mascarilla, y los atascos para salir de las grandes ciudades son instantáneas del puente que se estrenó ayer viernes con medio país libre de todas las restricciones, al haberse eliminado las medidas que estaban en vigor para frenar la pandemia.

«Ya es 2021, y es diferente», dicen en España

El ambiente en muchos locales madrileños en la primera noche de baile en pista fue similar al de antes de la pandemia, con colas de hasta una hora y media para poder acceder a locales del centro, según explicaban a EFE varios jóvenes que trataban de entrar a alguno de ellos.

«Tenemos muchas ganas de salir, un montón. El año 2020 fue durísimo, pero ya no lo pensamos, ya es 2021 y es diferente», explicaba Alejandra en la puerta de una discoteca de la capital española.

Agustín, con 31 años, lo dejaba claro: «No podía esperar más, la verdad. Ya ha llegado el momento y aquí estamos, deseando volver a la nueva normalidad». No obstante, él y sus amigos lo iban a hacer «con relax, con respeto y cumpliendo las medidas».

¿Qué medidas ordenaron?

Entrar a la pista de baile sin bebida, tener la mascarilla puesta si no se bebe y consumir en barra pero sentados.

Y para que se cumplan, las discotecas han reforzado el personal de seguridad y ha puesto unos cordones en los lugares de entrada a la pista. Esto para asegurarse de que solo acceden a este lugar los que hayan dejado la bebida en su sitio.

A pesar de que la normalidad marcó la pauta, la policía tuvo que desalojar durante la pasada madrugada a 744 personas del interior de cinco establecimientos de la zona centro de Sevilla (sur de España) por diferentes incumplimientos, tras realizar trece inspecciones en locales de ocio durante toda la noche.

Pendientes de la evolución del virus

Aunque el coronavirus remite en España a niveles nunca vistos desde julio de 2020, su comportamiento durante los meses de invierno mantiene alerta a los expertos, que apelan a estar «atentos» y «pendientes» de su evolución.

«Me parece bastante difícil que no haya un incremento de transmisión, que no tiene que significar que ocurra lo mismo que en otras olas. Con tanta población vacunada, es probable que ese aumento en la incidencia no llegue a picos tan altos de ocupación de camas hospitalarias y mortalidad», explicó a EFE el epidemiólogo Pedro Gullón.

Este «posible» aumento de la incidencia no va a tener «la misma importancia» que en las otras olas, pero obliga a los expertos a avisar de que, probablemente, el virus esté presente durante unos cuantos meses más.

Por ello, y a pesar del relajamiento de medidas iniciado por las regiones españolas, se mantienen algunas de seguridad. Por ejemplo, las mascarillas, con uso obligatorio en interiores o si no se garantiza la distancia interpersonal.

El uso de la mascarilla seguirá presente durante varios meses. Así lo indicó esta semana la ministra española de Sanidad, Carolina Darias. La funcionaria advirtió que esta restricción perdurará al menos hasta la primavera de 2022.


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