El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, cuestionó este lunes a los países que han condenado la incursión militar de Turquía en Siria.
Además, pidió la solidaridad de los socios de la OTAN para su lucha contra las milicias kurdosirias, que Ankara considera terroristas.
“Estamos bajo presión y acoso de una organización terrorista. ¿Tomaréis partido con vuestro aliado de la OTAN? ¿O apoyaréis a los terroristas? Está claro que no pueden responder”, declaró el mandatario a la prensa en Estambul antes de iniciar un viaje oficial a Azerbaiyán.
Varios países miembros de la Alianza Atlántica han instado a Erdogan a detener su ofensiva en Siria, e incluso algunos de ellos, como Alemania o Francia, han vetado la venta a Turquía de armamento que pueda usarse en esa incursión militar por tierra y aire en el país vecino, que Ankara ha apodado “Operación Fuente de Paz”.
También España se sumará a ese embargo de armas, según anunció este 14 de octubre en Luxemburgo su ministro de Exteriores en funciones, Josep Borrell, antes de participar en una reunión donde la Unión Europea estudiará posibles sanciones a Ankara.
Incluso Estados Unidos ha anunciado que prepara sanciones.
Pero Erdogan volvió a insistir este lunes en lo que estima es el derecho de su país de continuar con la ofensiva contra las milicias kurdosirias Unidades de Protección del Pueblo (YPG), que Ankara considera terroristas por sus vínculos con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán, la guerrilla kurda activa en Turquía.
Discriminación
Al mismo tiempo, insinuó que detrás de las críticas de los miembros de la OTAN puede haber una discriminación hacia Turquía, por ser el único socio con población mayoritariamente musulmana.
“A veces uno piensa: Turquía es el único país musulmán entre los miembros de la OTAN. ¿Es por eso? (las críticas), señaló.
Por otro lado, valoró como positivo su encuentro en Estambul el pasado viernes con el secretario general de la Alianza, Jeff Stoltenberg.