El Pentágono confirmó que el buque hospital que desplegará en aguas colombianas para ayudar a las autoridades de ese país ante la llegada masiva de refugiados venezolanos, será el USNS Comfort. “Cuenta con los equipos necesarios para ayudar al sistema sanitario de Colombia”, indicó el portavoz del organismo, coronel Robert Manning.

Estados Unidos había anunciado el viernes su intención de enviar un buque hospital a la región y barajaba dos opciones: el USNS Mercy y el USNS Comfort. Este último dispone de más de 1.000 camas, cuenta con una docena de salas de operación, servicios radiológicos digitales, un laboratorio y una farmacia. También dispone de un helipuerto habilitado para el aterrizaje de aeronaves de gran tamaño.

El Pentágono señaló que a partir de septiembre el barco podrá ofrecer tratamiento a personas que se encuentren en peligro de muerte. “Miembros de las Fuerzas Armadas y profesionales médicos trabajarán junto con los socios regionales para apoyar sus esfuerzos que incluyen, entre otros, hacer frente al impacto de la crisis humanitaria venezolana”, señaló Manning.

El USNS Comfort solo contará con personal civil.

El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, criticó las medidas económicas del gobierno de Nicolás Maduro y afirmó en Twitter: “El pueblo venezolano ya soporta el trágico costo de la rampante corrupción y tiranía del régimen de Maduro. Los recientes movimientos solo empeorarán la situación de los venezolanos”.

Pence, que se basó en las previsiones del Fondo Monetario Internacional que pronostica inflación de 1.000.000% a final de año y en un análisis del diario The Wall Street Journal, dijo: “Maduro conduce un país próspero hacia la ruina económica y la crisis humanitaria”.

Bloomberg señaló en su editorial de ayer que el colapso económico venezolano es cada vez más acelerado, con una economía que se contrajo en 50% desde 2013.

ONU exige trato digno

Las Naciones Unidas instaron a que se respeten los derechos de los venezolanos que huyen del país y que sean tratados con dignidad en las naciones de acogida.

“Es importante que aquellos que escapan de la violencia y que aquellos que huyen para salvar sus vidas reciban sus derechos y sean tratados con dignidad”, dijo el portavoz Stéphane Dujarric, que se refirió a los incidentes del fin de semana en Brasil y la decisión de Ecuador y Perú de exigir a los venezolanos pasaporte para cruzar la frontera.

Recordó que existen leyes y convenciones internacionales sobre los refugiados, y dijo que es importante que estas sean respetadas.

Dujarric manifestó que Naciones Unidas entiende que los flujos masivos de población crean tensiones en las comunidades de acogida, y consideró clave que se responda a esas situaciones.

“Por ello las preocupaciones de la población de los países receptores está siempre entre las prioridades del trabajo de las oficinas humanitarias de la organización”, dijo.

La ONU calcula que 2,3 millones de personas han huido de Venezuela desde 2014, la mayoría de las cuales se han dirigido a Colombia, Ecuador, Perú y Brasil.


Plantean a Perú no solicitar pasaporte a niños y ancianos

La organización no gubernamental Unión Venezolana en Perú entregó una carta a la Cancillería de ese país para que evalúe la entrada sin pasaporte de niños, mujeres gestantes, adolescentes, enfermos crónicos y ancianos venezolanos.

En la misiva, dirigida al canciller Néstor Popolizio, solicitan que por razones estrictamente humanitarias, se permita el ingreso de este grupo vulnerable que por algún motivo no cuentan con un pasaporte.

Aseveraron que comprenden las motivaciones que llevaron al ministro del Interior a adoptar medidas restrictivas de control migratorio para garantizar la seguridad del país, en relación con el anuncio de que a partir del 25 de agosto Perú solicitará el pasaporte a todos los venezolanos para entrar al país.

Sin embargo, la Unión Venezolana en Perú expresó  preocupación ante el hecho de que tramitar pasaporte en Venezuela es un vía crucis, especialmente para personas sin recursos.


Temen que ocurran otros incidentes en Brasil

El flujo de peatones y vehículos en la frontera entre Brasil y Venezuela es normal, aunque los migrantes venezolanos en Pacaraima expresan temor de ser blanco de otros ataques como los del sábado, cuando residentes quemaron sus pertenencias.

La presencia de tropas de la Fuerza Nacional brasileña es notoria en las inmediaciones del puesto fronterizo, antes incluso de la llegada de los refuerzos prometidos el domingo por el presidente Michel Temer.

Los recuerdos de los incidentes del sábado son traumáticos y muchos vendedores de comida o cambistas de dinero que cruzan a diario desde la ciudad venezolana de Santa Elena de Uairén aseguran que nunca vieron algo parecido.

“Nos fuimos asustados, no sabíamos lo que iba a pasar”, dijo un cambista, que prefirió no revelar su identidad.

Los ataques a los venezolanos se suscitaron luego de la supuesta agresión a un comerciante brasileño, lo cual hizo que lugareños la emprendieran contra inmigrantes. Aproximadamente 1.200 personas huyeron, de vuelta a Venezuela.


En Ecuador evaluarán medidas cautelares

Un tribunal de Quito convocó una audiencia para el viernes con el fin de tratar las medidas cautelares solicitadas por la Defensoría del Pueblo, que intenta frenar la exigencia de pasaporte para el ingreso de ciudadanos venezolanos.

La Defensoría y organizaciones sociales de Ecuador presentaron el 17 al tribunal una petición de medidas cautelares con el propósito de revertir la decisión del gobierno de Lenín Moreno, vigente desde el sábado, luego de que los ministerios del Interior y de Exteriores exigieron el pasaporte como único documento válido para el ingreso de venezolanos.

La Defensoría del Pueblo considera que la medida atenta contra el derecho a migrar reconocido en el artículo 40 de la Constitución: “Se reconoce a las personas el derecho a migrar. No se identificará ni se considerará a ningún ser humano como ilegal por su condición migratoria”.


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