cuarentena Santiago
El gobierno de Sebastián Piñera también estableció controles sanitarios en los ingresos a Santiago. Están exentos de esta medida los servicios de salud, urgencias, servicios básicos y públicos | AFP / Martin Bernetti

Más de 1,3 millones de personas en 7 comunas de Santiago se encuentran bajo cuarentena total desde este jueves en la noche. Los ciudadanos estarán en un estricto operativo de control policial y militar, para frenar la expansión del coronavirus que ya causó 1.306 infectados y 4 muertos en Chile.

Las calles de las comunas de Santiago Centro, Lo Barnechea, Las Condes, Vitacura, Providencia, Ñuñoa e Independencia poco a poco se fueron quedando en silencio desde las 10:00 pm cuando comenzó la cuarentena. La medida durará 7 días bajo un estricto control policial y militar en 18 sitios de estas zonas, con el fin de evitar la propagación del virus y la circulación de contagiados.

Las calles de las comunas de Santiago Centro, Lo Barnechea, Las Condes, Vitacura, Providencia, Ñuñoa e Independencia poco a poco se fueron quedando en silencio desde las 10:00 pm cuando comenzó la cuarentena | AFP / Martin Bernetti

«Adoptamos procedimientos con mascarillas, guantes y tratando de no tener tanto contacto con las personas. Son controladas a través de una base de datos de los contagiados con coronavirus que nos entregó el Ministerio de Salud y que nos aporta una alarma». Así dijo Enrique Monrás, general de Carabineros, a medios locales.

Las siete comunas quedaron desiertas en contraste con la aglomeración de personas –en su mayoría con mascarillas- que se registraron horas antes del inicio del confinamiento en supermercados, farmacias y locales de servicios públicos, apresuradas por hacer compras o trámites.

Más de los 1,3 millones de habitantes de estas comunas de Santiago –cuya población total es de 7 millones- se congregaron temprano fuera de las tiendas. El ingreso se realizaba por grupos con prioridad para los ancianos.

«La fila es enorme, es para horas y horas«. Así indicó a la AFP María, una mujer de 65 años de edad, que llegó al supermercado para abastecerse, preocupada, como otros a su alrededor, por quedarse sin alimentos.

«Tenemos miedo no solo de quedarnos sin alimentos, sino de que las reglas de la cuarentena cambien y no nos dejen salir«, afirmó Alberto Sierra, un venezolano de 38 años de edad.

Las filas se repetían en verdulerías y pequeñas tiendas de los barrios, pero también en oficinas públicas.

El gobierno manifestó su preocupación por estos amontonamiento, por lo que durante la cuarentena solo se podrá salir con un permiso que puede obtenerse en línea, únicamente para ir a comprar o al médico.

«Estoy sacando este permiso, la organización me parece un caos, pero no hay otra forma. Pareciera que a la gente le tienen que dar órdenes y con medidas drásticas es la única forma de que obedezcan», se quejó Clara, una abogada de 42 años de edad, que hacía una larga y ordenada fila para obtener el permiso de forma presencial en la municipalidad de Vitacura.

El gobierno de Chile también estableció controles sanitarios en los ingresos a Santiago. Están exentos de esta medida los servicios de salud, urgencias, servicios básicos y públicos.


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