Los materiales y formas de estos edificios crean un constante debate en torno al concepto de belleza y urbanismo. Para muchos, son obras arquitectónicas que destacan a simple vista por su fealdad.
Ayuntamiento de Boston
En el corazón del centro de la capital de Massachusets está ubicado este gran edificio gris, que llama la atención de los visitantes por sus figuras de bloque y hormigón. Una estructura fría y poco amigable para muchos.
En los años 50, la ciudad estaba pasando por una gran crisis económica, lo que motivó a los gobernantes de ese momento a iniciar un proceso de transformación. Así crearon un edificio moderno para mostrar la nueva cara de la urbe, alejada de las construcciones del siglo XVIII y XIX.
Se realizó un concurso para encontrar el nuevo diseño del Ayuntamiento. Participaron alrededor de 256 propuestas. Gerhard Kallmann, Noel McKinnell y Edward Knowles fueron los ganadores, con una propuesta atrevida y brutalista. El edificio se inauguró en 1968 y desde entonces ha recibido muchas críticas de los locales.
Hotel Ryugyong
Este famoso hotel de Pyongyang, Corea del Norte, cuenta con 3.000 habitaciones y 5 restaurantes giratorios distribuidos en 105 pisos y 330 metros de altura. Todo esto conforma una gran pirámide con paneles de vidrio.
Su construcción se inició en 1987 con la financiación de la Unión Soviética, pero se detuvo en 1992. Luego de 16 años de abandono, las obras se retomaron en 2008, con ayuda de la empresa egipcia Orascomy, pero se volvieron a detener sin ninguna explicación en 2011. El hotel nunca abrió sus puertas al público.
Actualmente, la parte frontal de la estructura es utilizada para realizar espectáculos de luces desde las 7:00 am hasta las 10:00 pm. Aun así, es considerado el «edificio peor diseñado del mundo» y uno de los hoteles «más feos del planeta» por publicaciones como Esquire y The Telegraph.
Lincoln Plaza
Este gran edificio ubicado en Docklands, al sureste de Londres, fue galardonado en 2016 con la Copa Carbuncle, un premio otorgado al «edificio más feo de Reino Unido».
De hecho, uno de los jueces del concurso, el arquitecto y crítico Ike Ijeh, describió la construcción como un «pútrido espectáculo de terror pugilístico que nunca debió haber sido construido».
Pese a esto, el Lincoln es una lujosa edificación que consta de dos torres residenciales, «Franklin» y «Greenwich». Cada una cuenta con 31 pisos y un hotel con fabulosas instalaciones que, de acuerdo con los promotores, «está configurado para ser uno de los más prestigiosos y sofisticados edificios».
Simmons Hall
Es la residencia de los estudiantes del Instituto Tecnológico de Massachusetts, caracterizado por ser un complejo universitario vanguardista, por su curiosa forma de fortaleza.
La construcción del arquitecto Steven Holl, cuenta con 350 habitaciones distribuidas en 10 pisos, un teatro con capacidad para 125 personas, un café nocturno, varios restaurantes y una piscina de pelotas.
La estructura tiene muchos elementos como espacios sólidos, vacíos, opacidades y transparencias.
Torre Kaden
En Louisville, estado de Kentucky, Estados Unidos, hay un gran edificio de 15 pisos que fue comparado con una gran caja de pañuelos.
La construcción fue diseñada por William Wesley Peters, basado en otros proyectos de su antiguo jefe y suegro Frank Lloyd Wright. Se inauguró en 1966 como sede principal de la compañía de seguros de vida Lincoln Income.
El diseño, en voladizo y reja, se creó principalmente para disminuir el calor al interior de la edificación, además de proporcionar un espacio abierto y libre de columnas, que al anochecer luce como una linterna japonesa iluminada.
Aun así, de acuerdo con la página oficial de Louisville, la obra ha sido considerada por críticos de prensa como «un vergonzoso error arquitectónico».
La Torre de Televisión de Zizkov en Praga
La estructura compuesta por tubos de acero está ubicada en la capital de República Checa y es el edificio más alto de la ciudad con 216 metros de altura.
Incluye una espectacular vista, un restaurante, cafetería, bar y un lujoso hotel seis estrellas. En la parte inferior de la torre hay un parque infantil y un mini golf. Pese a esto, es considerado uno de los edificios más feos del mundo.
La estructura fue construida durante el periodo comunista en República Checa, por los arquitectos Václav Aulický y Jirí Kozák en la década de 1980, y la antena transmisora no empezó a utilizarse hasta 1992.
En el año 2000, el artista David Cerný agregó al edificio 10 bebés gigantes que gatean por toda la torre, lo que le da a la construcción un toque aún más peculiar.
Michael Lee Chin Crystal
También es conocido como el Crystal ROM, porque hace parte del Museo Real de Ontario, Canadá. De hecho, es la última ampliación que se le hizo en 2002.
Debe su nombre al magnate Michael Lee Chin, un filántropo e inversor jamaicano canadiense, que donó 30 millones de dólares para la construcción del nuevo escenario del museo.
Fue diseñado por el arquitecto Daniel Libeskind y está inspirado en la colección de gemas y minerales expuesta en el ROM.
La página oficial del museo señala que Libeskind considera que «la arquitectura en nuestro tiempo ya no es un negocio introvertido, por el contrario, la creación de una arquitectura comunicativa, sorprendente e inesperada indica un audaz despertar de nuevo, la vida cívica del museo y la ciudad».