El presidente de Hungría, János Áder, firmó este miércoles la polémica ley que prohíbe en el país centroeuropeo hablar a menores sobre la homosexualidad en los colegios y medios de comunicación. El mandato generó fuertes tensiones entre el país y la Unión Europea (UE).
Áder dijo en un comunicado que la ley no contiene ninguna disposición que determine cómo tiene que vivir un mayor de edad y no viola el derecho al respeto de la vida privada, determinado en la Constitución.
La ley, adoptada el pasado 15 de junio, generó duras críticas de parte de 15 países de la UE y también de la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen. La funcionaria aseguró que la norma es una vergüenza.
Áder, uno de los fundadores del Fidesz, el partido del primer ministro, el ultranacionalista Viktor Orbán, aseguraron que la ley no limita los derechos constitucionales de los mayores de edad. Por el contrario, el decreto amplía las obligaciones en relación con la defensa de los menores de edad.
Mientras tanto, 15 países de la UE, entre ellos Alemania, Francia, Italia y España, expresaron en una declaración conjunta su grave preocupación por la normativa. Pidieron a la CE que use todas las herramientas para garantizar el respeto de los derechos de todos los ciudadanos de la UE.
En un comunicado, el gobierno húngaro aseguró que las críticas de Von der Leyen son una vergüenza, ya que se basan en alegaciones falsas. Asimismo, reiteró que la ley la aprobaron para proteger los derechos de los menores. El decreto da garantías para que los padres decidan sobre la educación sexual de sus niños.
La oposición progresista de Hungría, ONG, colectivos de defensa de los derechos y los medios califican la ley como homófoba. El decreto vincula la homosexualidad con la pedofilia.