cárteles
Foto archivo

La Fundación Paz y Reconciliación publicó este jueves un estudio, titulado Radiografía de la ominosa presencia de los carteles mexicanos, que habla sobre cómo estas organizaciones criminales se han encargado de infundir terror en Colombia con prácticas como la decapitación y la entrega de panfletos en estados como Nariño y Cauca, lo que afecta también a Venezuela.

Los carteles con mayor presencia en Colombia son el de Sinaloa y el Jalisco Nueva Generación, aunque también se pueden encontrar células de otras organizaciones criminales casi extintas en México como Los Zetas y el cartel del Golfo.

Colombia dominaba en el pasado la producción, el comercio y las rutas de la droga, pero la presencia de las organizaciones mexicanas demuestra que ahora son los carteles aztecas los dueños del negocio.

Si bien Colombia es el gran productor de hoja de coca, pasta y cocaína, México comparte frontera con Estados Unidos, el principal mercado.

León Valencia, director de la Fundación Paz y Reconciliación, indicó a Infobae que la presencia de estos grupos influye incluso en el comercio local. Los licores mexicanos se encuentran en los establecimientos con mayor facilidad que los colombianos.

Señaló que en la frontera entre Colombia y Venezuela se ha encontrado la presencia de 13 grupos criminales de origen extranjero, especialmente compuestas por mexicanos. Esta zona resulta estratégica ya que también conecta con un otro gran mercado: Brasil.

“Venezuela está en una crisis enorme de gobernabilidad, lo que vive es un territorio sin control y todo mundo va para allá a hacer negocios. Hay zonas de Venezuela donde hay muchas posibilidades de hacer negocios con gente de la Guardia Nacional, con políticos locales”, aseguró Valencia.

“La frontera de 1.200 kilómetros les da refugio, pierden fuerza y vienen y se recuperan allá en Venezuela”, agregó.

La mexicanización

Los carteles mexicanos en Colombia fortalecieron organizaciones criminales locales como el llamado Clan del Golfo, los Caparrapos, Los Pachenca, el Ejército Popular de Liberación, Los Pelusos y grupos armados post FARC, principalmente en el suroccidente.

“Los mexicanos han visto una oportunidad después de que salieron las FARC del negocio. El acuerdo de paz con el gobierno fue una oportunidad para que los mexicanos hicieran negocio en la fuente originaria y ese es un cambio fundamental”, dijo Valencia.

Entre los panfletos que reparten en estas organizaciones se encuentra uno firmado por el Cartel de Sinaloa Nueva Generación. En él alertan a los municipios de Toribio, Corinto, Caloto y Argelia que es posible que vean mucha gente desconocida en las calles.

En otro mensaje advierten: “El que no quiera trabajar con nosotros lo vamos a volver cenizas”.

Valencia explicó que muchos grupos colombianos han aprovechado la presencia de los mexicanos para hacerse pasar por ellos e infundir terror en los ciudadanos.

“Hay una doble realidad: que organizaciones colombianas están usando el nombre, por ejemplo, el del cartel de Sinaloa y de Los Zetas para meter más terror en Colombia, y hacen panfletos para infundir terror y están empezando a tomar acciones como cortar cabezas y reivindicar como si fueran los mexicanos los que lo hacen. La idea acá es que los mexicanos tienen prácticas de terror y eso intimida y facilita el negocio y la otra es que, sí, algunos panfletos y acciones son hechos por mexicanos: hay organizaciones que han recibido mensajes, hemos recibido amenazas donde ya en ese momento se identifican como mexicanos y en algunos tienen acento mexicano, esas son las dobles realidades que hay en este momento”, dijo Valencia.


El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!