Los colombianos fueron ayer a las urnas y enviaron un mensaje de rechazo a las políticas actuales del presidente Gustavo Petro. Las principales autoridades regionales que fueron elegidas tienen un ideario contrario al del jefe del Estado y su movimiento, el Pacto Histórico.
Ha pasado un año y dos meses desde que el presidente Petro llegó a la Casa de Nariño y en este lapso su enorme capital político ha disminuido notablemente. Así lo dicen las urnas. El golpe fue encajado por el derrotado aspirante a la Alcaldía de Bogotá, Gustavo Bolívar, quien dijo que el proyecto de izquierda quedó hecho pedazos y que fue un castigo porque las cosas no se han hecho bien.
“Tenemos que recorrer Colombia para recoger esos pedazos que quedan rotos del Pacto Histórico y volver a ser esa primera fuerza de Colombia”, dijo Bolívar, quien felicitó a Carlos Fernando Galán por su victoria en la capital.
Al igual que el candidato del Nuevo Liberalismo, el mapa político del país hoy tiene un tono distinto. Aunque por la multiplicidad de partidos y movimientos, no se puede decir que hubo una victoria unificada de un color definido.
Lo que sí es cierto es que entre los 32 gobernadores y 1.102 alcaldes electos el domingo 29 de octubre, los más importantes están en una orilla ideológica distinta al presidente Petro e incluso algunos de ellos se han declarado abiertamente sus adversarios. Con matices, Federico Gutiérrez, Medellín; Alejandro Eder, Cali; Alejandro Char, Barranquilla; y Jaime Andrés Beltrán, Bucaramanga, plantearon en la campaña la necesidad de “volver a recuperar el rumbo del país desde las regiones”, el cual según ellos estaba mal.
“El gran derrotado de estas elecciones en Bogotá es el Pacto Histórico y Gustavo Petro”, afirmó en un comunicado Cambio Radical. “El resultado que hasta ahora se conoce es un revés muy importante para el presidente Petro, es un voto castigo indiscutible”, dice el analista Gabriel Cifuentes.
Anoche, el presidente Petro respondió: “Hablan de mi derrota política y solo les adelanto un dato: las fuerzas políticas que triunfaron en mi campaña presidencial ganaron en siete departamentos. Hace cuatro años solo incidimos en uno”.
Aunque el Pacto Histórico puede reclamar que esta es su primera experiencia en unas elecciones regionales, entre sus dirigentes se habla de la necesidad de hacer una autocrítica profunda.
“Los resultados de este domingo le cambian el mapa político al gobierno en relación con 2019 y 2022”, dice Ángel Tuirán Sarmiento, analista de la Universidad del Norte. “Pasamos de conquistas de partidos alternativos en alcaldías y gobernaciones importantes, y un gran triunfo en Presidencia y Senado, a escasos o triunfos en los espacios de poder territorial. Este nuevo mapa le significará al gobierno mayores costos en las transacciones con los partidos políticos de cara a la aprobación de la agenda legislativa”, agrega el experto.
Impacto en el Congreso
En efecto, el campanazo de lo ocurrido ayer tendrá un eco sonoro en el Congreso de la República, donde cursan a media marcha las reformas sociales que llevó el gobierno Nacional. Los parlamentarios de oposición han dicho que estas no les gustan y que, según su visión, estas elecciones eran una especie de plebiscito en las que los ciudadanos iban a mostrar su inconformidad.
De ser así, a partir de esta semana, cuando se reanude la actividad legislativa, muy seguramente la oposición va a llegar hablando más fuerte. En este punto es clave la respuesta del presidente Petro.
El primer mandatario ha hablado en varias oportunidades de hacer un gran acuerdo nacional. De hecho, él mismo ha invitado a Palacio a sectores políticos, sociales y gremios de la producción para buscar puntos de consenso que permitan desarrollar políticas públicas que beneficien a las mayorías. Luego, sin embargo, se quejan porque no se concreta lo hablado.
Ayer en la mañana, se mostró abierto a conversar al anunciar que con los nuevos mandatarios el presidente de la República se reunirá sin excepción. Eso dijo al dar la apertura de las votaciones. Al atardecer, sin embargo, volvió a mostrar su disgusto y apuntó contra sus opositores al asegurar que “querían construir un ambiente de miedo en la ciudadanía para sacar resultados electorales”.
Ese es el reto que tiene por delante el presidente Petro, dice Elizabeth Dickinson, analista sobre Colombia de la ONG Crisis Group: “Abre nuevas puertas de diálogo o se atrinchera”.
Un temor que también comparte la revista The Economist, uno de los medios más serios e influyentes del mundo: “Algunos temen que una derrota abrumadora lleve al presidente a reaccionar agresivamente”.
Juliana Ocampo, MBA del MIT Management Sloan School, dice que las elecciones dejan un panorama de gobernabilidad complejo para el presidente con importantes repercusiones para el país. “La gran pregunta es ¿cómo será la gobernabilidad de Gustavo Petro posterior a las elecciones? Pero esto no solo dependerá de los partidos políticos, sino de la interacción entre la estabilidad política y el crecimiento económico, que será fundamental para la gobernabilidad. Las decisiones que el presidente tome en relación con estos dos ejes pueden tener un impacto significativo en la satisfacción de la población, la percepción de su liderazgo y la estabilidad del país”.
¿Cómo quedó la foto?
Un vistazo al listado de los nuevos ganadores muestra el regreso de sectores políticos tradicionales que consolidan sus liderazgos en las principales ciudades y departamentos del país, mientras que los sectores políticos alternativos no lograron capitalizar el impulso que ganaron el año pasado.
Otra conclusión es el aumento significativo en las candidaturas respaldadas por grupos significativos de ciudadanos. Este cambio responde en buena medida a la pérdida de confianza de la ciudadanía en los partidos políticos y a la disminución de la afiliación partidista de los votantes, un buen ejemplo es el triunfo de Juan Daniel Oviedo sobre Gustavo Bolívar. “Como resultado, el sistema político colombiano se ha visto fragmentado y ha adquirido una tendencia a la personalización de la política”, dice la analista Ocampo.
Empieza otra campaña
Cerrada una etapa se abre otra. Hoy mismo muchos van a empezar a hablar de las presidenciales de 2026.
Es decir que si ayer hubo elecciones para elegir a las autoridades locales, es seguro que hoy mismo empieza el ruido de la campaña presidencial.
“Habrá muchas voces, pero esto no quiere decir necesariamente que tengamos un liderazgo consolidado de la oposición”, dice el analista Pedro Viveros. Para él, si bien el electorado mandó un mensaje claro al presidente, es evidente también que no hay una voz única, con la proyección nacional que recoja a toda la oposición. “Se trata de una oposición dispersa, fragmentada”.
Sea cual sea la discusión política, los ciudadanos reclaman soluciones concretas a sus problemas. Y en primer lugar está la inseguridad. En su esfuerzo por lograr la paz total, el gobierno nacional ha transmitido el mensaje de cierta flexibilidad con los actores armados ilegales. La gota que rebosó la copa fue la invitación al Estado Mayor Central de las FARC a la apertura oficial de las urnas, un hecho que creó una controversia nacional.
Esta sensación de cierta relajación ha hecho correr la versión de que las autoridades no están siendo lo suficientemente duras con los ilegales.
Por eso, entre otras razones, la percepción de inseguridad está disparada. En una reciente encuesta de la firma Invamer, los ciudadanos de las cinco principales ciudades dijeron en su mayoría que el alcalde que venga debe solucionar de manera prioritaria ese problema. En Bogotá, 79,4% de la gente dice que es la situación por mejorar de manera inmediata; en Medellín, 54,3%; en Cali, 69,8%; en Barranquilla, 77,2%, y en Bucaramanga, 73,9%.
Para enfrentar esto se necesita una articulación plena entre los nuevos mandatarios y las políticas que en este ítem ha fijado la Casa de Nariño. ¿Se podrá?
Un metro en campaña
Hay otros asuntos que, al margen de quién tenga la razón, han provocado una fatiga en la sociedad. Es el caso del metro de Bogotá, que el presidente Petro puso de tema de campaña para buscar beneficiar al aspirante del Pacto. En este trayecto llegó al extremo de hablar de un plebiscito.
“Presidente Petro: este es un mandato claro y le pido respetuosamente que trabajemos para sacar adelante esta primera línea como está planteada. Seamos generosos con la ciudad”, le dijo anoche Galán en su discurso de victoria.
“Si querían un plebiscito, ahí lo tienen fuerte y claro. Felicitaciones al nuevo alcalde Carlos Fernando Galán”, dijo por su parte la alcaldesa Claudia López.
La expectativa del camino por seguir en la relación entre el Palacio Liévano y la Casa de Nariño es enorme. Al igual el interrogante que gravita hoy es cuál será la relación que habrá del Ejecutivo con las nuevas autoridades políticas de las regiones. Varios de los mandatarios que ahora están a punto de dejar sus cargos se van con la queja de que el presidente no los escucha y que en ocasiones ha incumplido las citas.
¿Qué dirección tomará el presidente Petro? Cuando se posesionó eligió un gabinete plural y de experiencia. Luego se refugió en varias de las personas que más se identifican con su proyecto político y que lo acompañaron durante su mandato en la alcaldía. Ante este campanazo, ¿qué hará?
El mensaje enviado con los resultados de ayer les llegará a los congresistas, quienes tomarán nota y “esto podría incidir en la marcha de las reformas que cursan en el Parlamento”, dice Kyle Johnson, analista del centro de pensamiento Conflict Responses, sobre lo que pasaría en el Legislativo.
Este experto cree, como varios analistas, que si bien ayer en Colombia se votó por las autoridades regionales, muchos fueron a hacer una evaluación de la gestión del presidente. De su respuesta se definirá cómo será en adelante políticamente todo el país.