hambre
Foto: Referencial

Unas 47,7 millones de personas padecieron hambre durante 2019 en América Latina, lo que implica que en los últimos cinco años hubo un incremento de más de 13 millones de personas que entraron en un nivel de pobreza que les impide alimentarse. Aunado a ello, se estima que los niveles de hambre aumenten en la región debido a la crisis causada por el covid-19, según la FAO.

El porcentaje de quienes padecieron hambre corresponde a 7,4% de los más de 620 millones de habitantes de América Latina, un incremento sustancial frente al 5,6% registrado en 2014. Estos datos se desprenden del informe sobre Seguridad alimentaria y nutricional de América Latina y el Caribe, presentado este miércoles por la Organización para la Alimentación y la Agricultura, FAO, en su sede regional en Santiago, Chile.

«La situación se ha ido deteriorando durante los últimos 5 años, con un aumento de 13,2 millones de personas con subalimentación», que es el principal indicador que utiliza la institución para seguir los progresos en la erradicación del hambre.

Inseguridad alimentaria

Otros 191 millones de personas se vieron afectadas por inseguridad alimentaria moderada o grave el año pasado. Esto implica que uno de cada tres habitantes de América Latina no tuvo acceso a alimentos nutritivos y suficientes en 2019.

«Esta tendencia al alza observada en los últimos 5 años ocurre en un contexto económico de desaceleración y decrecimiento, de aumento de la pobreza, de eventos climáticos extremos y de conflictos políticos», indicó la FAO.

Con esto, el organismo estima improbable que la región logre la meta de «Hambre Cero» que pretendía cumplir hacia el año 2030, cuando se estima que este flagelo afecte a 67 millones de personas, según una cifra que no contempla las repercusiones de la pandemia.

Coronavirus

La FAO señaló que el impacto de la pandemia sobre la actividad económica, el consumo de alimentos y las proyecciones sobre el incremento de la pobreza en la región permiten augurar un aumento significativo del hambre, la inseguridad alimentaria y la malnutrición en los próximos años.

El impacto será principalmente en las áreas con mayor pobreza y vulnerabilidad, con bajos niveles de educación, de gran presencia de poblaciones indígenas y más susceptibles al cambio climático.

«La protección social es una medida clave para mitigar de manera inmediata los impactos socioeconómicos del covid-19; al mismo tiempo, para permitir que los hogares afectados puedan reconstruir progresivamente sus medios de vida y fortalecer sus capacidades de inclusión económica y social», agregó en el documento.

Desigualdad territorial

Adicionalmente el reporte advierte sobre la desigualdad territorial de la malnutrición.

De acuerdo con el informe, el sobrepeso infantil en territorios altamente rezagados es dos veces mayor que en los no rezagados: 13,1% versus 6,6%.

Además, el retraso en el crecimiento infantil alcanza 27,6% en los territorios con alto rezago, y 11,9% en los no rezagados.

«En cada país tenemos lugares que han alcanzado muy buenos estándares, y otros donde las condiciones son muy graves. Es fundamental que los países enfoquen sus esfuerzos y canalicen recursos a los territorios rezagados», dijo Julio Berdegué, Representante Regional de la FAO.

El sobrepeso infantil sigue aumentando además en menores de cinco años, afectando en 2019 a 7,5% de la población infantil, por encima del promedio mundial, de 5,6%.


El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!