Con algo más de 700.000 habitantes es uno de los estados menos poblados del territorio norteamericano, pero sus extremos procedimientos de seguridad y los amplios plazos para la votación en ausencia, convierten a Alaska en el distrito con el escrutinio más lento de todo el país.

No se espera que la lentitud del conteo altere demasiado los resultados dado que el presidente Donald Trump se impone hasta ahora por 62% de los votos frente a 33% de Joe Biden. Pero los habitantes de Alaska votaron temprano y a distancia en números récord este año, y unos 130.000 votos, más de 40% del total de Alaska, no se contarán hasta al menos la próxima semana, y las últimas boletas no se contarán hasta el 18 de noviembre. Eso significa que Trump no podrá ser declarado oficialmente ganador en Alaska, aunque sea el resultado que todos prevén.

Las candidaturas locales también están en suspenso y la espera frustra a algunos votantes.

«Sigo creyendo que la decisión de la junta electoral de esperar una semana completa antes de comenzar este recuento, en lugar de contar las boletas cuando llegaron o en la noche de las elecciones, fue un flaco favor para los habitantes de Alaska», dijo el asambleista y candidato demócrata a la alcaldía de Anchorage, Forrest Dunbar, en una publicación del día de las elecciones en las redes sociales, según el diario local Anchorage Daily News.

Si alguien votó en persona y emitió una boleta de voto ausente, su voto ausente es rechazado, pero se cuenta su voto en persona y su nombre se envía a la División de Elecciones de Alaska para una mayor investigación y posible enjuiciamiento.

La directora de esa División de Elecciones estatal, Gail Fenumiai, consideró que la seguridad e integridad de las elecciones «siempre deben tener prioridad».

Fenumiai dijo no estar familiarizada con la forma en que manejan estas cuestiones en otros estados, y que no puede decir por qué pueden contar más rápido que Alaska y a la vez mantienen la seguridad.

Otra diferencia que agrega lentitud al escrutinio en el estado más septentrional son los plazos de votación.

Alaska cuenta las boletas de voto ausente que llegan hasta 10 días después del día de los comicios, si se envían por correo desde dentro de los Estados Unidos, y 15 días si se envían desde fuera del país, siempre que tengan estampillado del día de votación o anterior.

Finalmente, también suma lentitud la vastedad geográfica del estado más grande del país con más de 1,7 millón de km2, más del doble de Texas, el segundo en la lista con casi 700.000 km2.

Tiffany Montemayor, gerente de relaciones públicas de la División Elecciones, dijo que el tamaño de Alaska implica más tiempo de transporte de materiales electorales a los centros regionales donde se realiza el escrutinio.

«Estamos en un estado gigantesco y estamos tan dispersos», reflexionó Montemayor.


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