Cristo Redentor
EFE

El Cristo del Corcovado o Cristo Redentor, la más icónica imagen de Brasil en el mundo, así como el cerro de Pan de Azúcar, el acuario y la rueda gigante, principales atracciones turísticas de Río de Janeiro, reabrieron este sábado sus puertas.

La reapertura se produce a pesar de la preocupante expansión del virus en el estado homónimo.

Descuentos y protocolos de bioseguridad

A partir de este sábado, turistas y residentes cariocas pueden volver a visitar los sitios más buscados de la capital fluminense. Estos lugares apostaron en descuentos y un estricto protocolo de seguridad. La finalidad es atraer y reconquistar la confianza de los visitantes en medio de la pandemia del coronavirus.

El coronavirus ya deja más de 106.000 muertos en el país.

Las atracciones ya tenían el permiso para retomar las actividades desde julio, en medio de la «nueva normalidad» que vive Río desde hace mes y medio, pero decidieron esperar un mes más por cuestiones de seguridad.

«Es una experiencia diferente, con nuevos protocolos, pero es una emoción enorme poder vislumbrar la ciudad de nuevo desde aquí arriba», dijo la pedagoga Talita Rosa Mansur.

Situado en la cima del cerro del Corcovado en el Parque Nacional de la Tijuca, el santuario del Cristo Redentor regala a los visitantes una vista panorámica de la ciudad y había suspendido sus actividades en marzo, cuando entraron en vigor las medidas de distanciamiento social impuestas para frenar el contagio del virus.

Para la reapertura, El Cristo, el Pan de Azúcar, el Acuario y la rueda gigante, entre otras atracciones turísticas de la ciudad, tuvieron que adoptar una serie de rigurosas medidas de seguridad.

La reapertura de Brasil al turismo

Horarios de funcionamiento restringidos, número reducido de visitantes, obligatoriedad del uso de mascarillas, disponibilidad de alcohol en gel, respeto al distanciamiento social y reserva previa para las visitas son algunos de los protocolos adoptados en la «nueva normalidad».

Asimismo, decenas de militares han realizado una minuciosa desinfección de todas las instalaciones de las atracciones esta semana y orientado a los funcionarios sobre el mantenimiento de la limpieza.

La Ciudad Maravillosa da así un paso más en su acelerado proceso de reapertura. Esto a pesar de la todavía preocupante situación en el estado de Río de Janeiro.

«La reapertura del Cristo Redentor simboliza la reapertura de Brasil al turismo, al desarrollo, al cuidado ambiental. A toda preocupación social que el presidente ha tenido desde el inicio», dijo el ministro de Medio Ambiente, Ricardo Salles.

Si por un lado el retorno de los puntos más emblemáticos de Río ha provocado la desconfianza de muchos. Por otro la decisión fue celebrada por decenas de turistas. Muchos no dudaron en acudir a los puntos más concurridos de la ciudad y disfrutar del caluroso día de sol.

«Quise traer mi esposo inmediatamente porque él nunca había visto el Cristo. También porque quería recordar cómo era, pues la última vez que vine yo era una niña», señaló  Tábata Chagas da Mata, de 23 años.

Y es que en medio de la aguardada desescalada, el movimiento en la ciudad este sábado fue intenso.

Centenas de cariocas disfrutaban el día en las playas de Copacabana, Ipanema y Leblon. Otras decenas de personas esperaban ansiosamente en largas colas a las puertas del cerro del Pan de Azúcar.


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