Europa, coronavirus, Italia
AFP

Europa, con Italia a la cabeza, empezó este lunes a levantar parte de las restricciones que impuso a millones de habitantes para frenar la propagación del coronavirus, pero otras regiones como América Latina sufren de lleno el embate de la enfermedad.

Las autoridades italianas aligeraron el confinamiento con la esperanza de reactivar una economía que el coronavirus dejó por los suelos.

Pero se trata de una apertura muy prudente: nada de comercios minoristas, ni de bares o restaurantes, a no ser que vendan comida para llevar, se fomenta el teletrabajo, no habrá reuniones familiares, aunque se podrá ver a los parientes que vivan en la misma región, se mantiene el distanciamiento físico y social, incluso en el transporte público, quedan prohibidos acampar en los parques.

Las autoridades siguen preocupadas por el riesgo de una segunda ola, y no son las únicas. «Las nuevas reglas son más bien vagas. Me temo que para muchos será una excusa para hacer lo que les parezca e ir a ver a todo el mundo, primos, novias», indicó Alessandra Coletti, una profesora de 39 años de edad.

En busca de una vacuna

Salvo, por supuesto, si se cumplen las predicciones del presidente de Estados Unidos.

«Creemos que tendremos una vacuna antes de fin de año», dijo Donald Trump en un especial de la cadena Fox News en el Lincoln Memorial, en Washington.

«Los médicos van a decir: ‘no debería decir eso’. Digo lo que pienso», agregó Trump.

Hay alrededor de un centenar de proyectos de vacunas contra la covid-19 en todo el mundo, incluida una decena en fase de ensayo clínico, según datos de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres.

Los principales líderes europeos han respaldado una recaudación de fondos global que se celebra el lunes en Bruselas para buscar una vacuna y tratamientos contra el nuevo coronavirus.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, quien organiza esta gran conferencia en línea, espera recaudar 7.500 millones de euros.

A la espera de la vacuna, la mayoría de estos dirigentes se preparan para el gran desconfinamiento de la población.

En España, que contabiliza más de 25.200 muertos, los ciudadanos empezaron a descubrir el sábado la felicidad de volver a la calle.

En Portugal, el gobierno autorizó la apertura el lunes de pequeñas tiendas, peluquerías y concesionarios de automóviles pero habrá que llevar mascarilla en las tiendas y el transporte público.

En Francia, que roza los 24.900 muertos, el aligeramiento del confinamiento empezará el 11 de mayo, pero por regiones. El gobierno precisó que no impondrá una cuarentena a los viajeros que lleguen al país procedentes de la UE, el espacio Schengen o el Reino Unido.

La supresión de las restricciones ya está en camino en Alemania, donde las escuelas reabren progresivamente en algunas regiones este lunes. En Austria, las calles comerciales de Viena recuperaron el sábado el bullicio con la reapertura de las tiendas, al igual que en los países escandinavos.

En otra señal de normalización, el ministro alemán de Interior y de Deportes se mostró favorable a reanudar la liga de fútbol, la Bundesliga. Sería el primer gran campeonato europeo en dar este paso.

En Europa del Este, las terrazas de las cafeterías y restaurantes reabrirán a partir del lunes en Eslovenia y Hungría, excepto en la capital, Budapest. En Polonia, también abrirán los hoteles, centros comerciales, bibliotecas y algunos museos.

En este contexto las principales bolsas europeas abrieron de nuevo el lunes a la baja, con caídas en Fráncfort (-2,8%), París (-3,4%), Londres (-0,6%) y Madrid (cerca de un 3%), en un clima de tensiones entre Washington y Pekín por el coronavirus que podrían tener consecuencias económicas.

246.893 muertos

En el Reino Unido, el primer ministro Boris Jonhson ha prometido un plan de desconfinamiento

Desde que la pandemia surgió en diciembre en China, más de 3,5 millones de casos del nuevo coronavirus (de los cuales 246.893 muertes) han sido declarados oficialmente en todo el mundo, tres cuartas partes de ellos en Europa y Estados Unidos, según un recuento realizado por la AFP a partir de fuentes oficiales el lunes a las 03H00 GMT.

El número de casos diagnosticados refleja sólo una fracción de la cantidad real de infecciones, porque muchos países solo contabilizan los graves.

Mientras en Europa caen los casos, en otros países como Rusia (1.280 fallecidos) o América Latina, están en pleno auge.

América Latina ya supera los 250.000 casos y se acerca a los 15.000 muertos, en particular en Brasil, Perú y Ecuador, que concentran 86% de los muertos en la región y 77% de los casos diagnosticados.

El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, reiteró ante miles de seguidores en Brasilia su discurso contra el confinamiento, en momentos en que el número de casos de coronavirus supera los 100.000 y hay más de 7.000 muertos.

El gigante sudamericano ocupa el noveno lugar mundial en términos de personas infectadas.

En Ecuador más de un centenar de municipios, incluidos Quito y Guayaquil, foco de la pandemia en el país, extenderán el confinamiento ordenado por el gobierno hace siete semanas.

En Estados Unidos (más de 67.600 muertos), pese a los balances diarios trágicos (más de 1.450 muertos en las últimas 24 horas), más de 35 de los 50 estados aligeran las medidas de restricción para relanzar la economía.

En el especial televisivo, Trump predijo que «vamos a perder a unas 70.000, 80.000 o 100.000 personas. Es horrible, no deberíamos perder ni a una persona por esto».

Washington contra Pekín

Washington endureció de nuevo el tono contra China. «Hay una enorme cantidad de pruebas de que es allí donde comenzó», insistió el secretario de Estado, Mike Pompeo, en alusión al laboratorio de virología de la ciudad de Wuhan, donde se detectaron los primeros enfermos.

En Israel parte de los alumnos de educación primaria han vuelto a clase, excepto en las denominadas zonas «de riesgo». «¡Qué placer veros niños!», exclamó Sigal Bar, directora de una escuela de Mevasseret Tsion, cerca de Jerusalén.

El desconfinamiento puede acabar dando un paso atrás en caso de indisciplina, como ha ocurrido en Argelia, donde muchas tiendas reabiertas hace días tuvieron que cerrar este fin de semana en varias regiones debido al incumplimiento de las normas de higiene y de distanciamiento social.

Los atletas, mientras esperan el desconfinamiento, intentan volver a la competición, a veces de una manera original.

Tres campeones de salto con pértiga, el francés Renaud Lavillenie, el sueco Armand Duplantis y el estadounidense Sam Kendricks, compitieron con un nuevo formato: acordaron superar el máximo de barras a 5 metros de alto en 30 minutos.


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