Activistas protestan hoy frente a la sede del Servicio de Control de Aduanas e Inmigracion (ICE) en Nueva York (EE UU). EFE/ Ruth E. Hernández

Familiares y activistas denunciaron este viernes en Nueva York el traslado esta semana de 70 inmigrantes que estaban en una prisión del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) en este estado a lugares tan lejanos como Misisipi, sin previo aviso a estos o a sus abogados.

Acusaron al ICE de haber actuado en represalia luego de que el gobierno federal iniciara una investigación, tras denuncias de activistas, de las condiciones inhumanas en que presuntamente se mantenía a inmigrantes en la cárcel del condado de Orange, al norte de Nueva York.

El pasado febrero, la organización Freedom for Immigrants presentó una denuncia sobre esta situación en una corte federal en Nueva York, tras lo cual se inició la investigación, que el grupo espera concluya en los próximos meses y que, según señala, llevó al traslado de los inmigrantes «por represalia», mientras que el ICE asegura que fue un proceso rutinario.

Denuncian maltrato en Nueva York

Según se denunció en una conferencia de prensa, «en medio de la noche» del pasado 25 de julio, a los detenidos, la mayoría latinos, los encadenaron de pies, manos y cintura para llevarlos a otra prisión, sin que se les notificara con anticipación.

En ese proceso, que tardó horas, estuvieron en una habitación sin aire acondicionado y sin tomar agua por mucho tiempo, aseguran.

«Mi hijo me llamó y me dijo ‘mami, aquí va a pasar algo porque están encendiendo y apagando todas las luces», de la zona donde estaban los detenidos del ICE, dijo a Efe entre lágrimas Evelyn, cuyo hijo de 18 años de edad figura entre los trasladados.

Una breve llamada desde Misisipi

La madre, de 34 años, no se enteró de lo ocurrido hasta el pasado martes cuando su hijo le hizo una breve llamada desde Misisipi para informarle lo ocurrido. «Me dijo que (previo al traslado) les botaron todo lo que tenían» en sus celdas.

Su hijo, al que no se identificó, salió de su hogar para comprar leche y fue detenido por agentes del ICE que aguardaban en una camioneta frente a su casa, recordó la madre.

Denunció además que el ICE se comunicó con su hija «y le dijo que no la deportarían porque tiene un niño pequeño pero le colocaron un grillete electrónico».

Otra mujer, Sandra, también acudió hoy para exigir que su hijo regrese junto a su familia y dijo a Efe sin poder evitar el llanto que este estuvo ocho meses en la prisión de Orange, los primeros tres en reclusión solitaria.

Una situación frustrante y dolorosa

La madre aseguró que es «frustrante» y «doloroso» lo que está viviendo.

«Vinimos buscando una vida mejor pero aquí se violan derechos», afirmó.

Cynthia Galaza, de Freedom for Immigrants, que trabaja con un equipo de abogados de inmigración, aseguró que en cinco años en que ha ejercido este trabajo ha sido testigo de las condiciones inhumanas en que mantienen a los inmigrantes detenidos por el ICE. Y que incluso les ha visto morir.

«Por favor, hagan algo por nosotros. Somos seres humanos, no animales. No toda la gente sabe de sus derechos y aguantan malos tratos. Hagan algo para que ICE nos libere», fue el mensaje que se escuchó durante la conferencia de uno de los inmigrantes, que denunció malos tratos y que les tuvieron encadenados durante 24 horas.


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