Fernández
"Confío en que el trabajo conjunto fortalezca los lazos que nos unen", escribió Alberto Fernández | Foto: La Nación

La victoria del peronista Alberto Fernández abre la interrogante sobre cómo transitará su política exterior, en especial respecto a Estados Unidos, Venezuela y el acuerdo firmado entre el Mercosur y la Unión Europea, una vez que el 10 de diciembre próximo asuma oficialmente el poder.

En los últimos meses, el líder del Frente de Todos, que llegará a la Casa Rosada con la ex presidente Cristina Fernández de Kirchner como vicepresidenta, ha abogado por integrarse al mundo de manera distinta a como lo hizo su antecesor, Mauricio Macri.

Venezuela

Durante los gobiernos kirchneristas, Argentina mantuvo una estrecha relación con la Venezuela chavista.

Es por eso que el oficialismo ha alertado a lo largo de la campaña electoral que Argentina correría el mismo sesgo autoritario que Venezuela, que arrastra una larga crisis política, económica y social desde hace años, ante el regreso de Cristina Fernández.

Desde el gobierno de Macri también criticaron la supuesta connivencia del ganador en las elecciones de este domingo con Nicolás Maduro, a quien Fernández no considera como un dictador.

Si bien el presidente electo se llegó a mostrar muy preocupado por el sesgo autoritario en Venezuela, deslizó que, en caso de llegar al poder, saldría del Grupo de Lima, alianza que apoya a Juan Guaidó.

Asimismo lo acusó de fomentar una posición intervencionista en Venezuela con el brasileño Jair Bolsonaro a la cabeza.

Apostó, así, por acercarse al mecanismo de Montevideo, conformado por Uruguay, México, Bolivia y la Comunidad del Caribe que busca impulsar el diálogo político en Venezuela.

Esto con el fin de lograr una salida desde la no intervención.

Acuerdo Mercosur-Unión Europea 

A finales de junio de este año y tras dos décadas de negociaciones, el Mercosur, integrado por Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay, selló un acuerdo comercial con la Unión Europea, que desde el primer momento fue cuestionado por Alberto Fernández por las desventajas que puede acarrear para su país.

Aunque nunca ha abogado por sacar a Argentina del pacto, el peronista sí ha lanzado fuertes reproches a su contenido y cuestionó que incluso se hubieran cerrado definitivamente las negociaciones.

“La globalización es un hecho irreversible. Pero, sí podemos discutir cómo hacerla. Podemos hacerlo con inteligencia para favorecer a los nuestros o podemos hacerlo alocadamente”, dijo Fernández en una entrevista.

En diversas ocasiones, el presidente electo ha afirmado que cuidará que los acuerdos sean en favor de Argentina.

Brasil

Brasil es el principal socio comercial de Argentina. Durante su tiempo como mandatarios, Kirchner y Fernández mantuvieron una cercana afinidad ideológica con los presidentes  Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff.

Con la llegada de Macri a la presidencia, las relaciones bilaterales con Brasil siguieron siendo buenas, pero entonces con los conservadores Michel Temer y Bolsonaro.

Las acusaciones de corrupción y la posterior condena a 8 años y 10 meses de prisión a Lula da Silva llevaron a Cristina Fernández a comparar su situación con la del ex presidente brasileño, al considerar que ambos son unos perseguidos políticos, como también opina su compañero de coalición.

“Es un hombre injustamente preso y por quien debemos seguir pidiendo por su libertad. ¡Lula libre!”, clamó este domingo ante sus seguidores Alberto Fernández poco después de resultar vencedor.

Este apoyo tiene como contraparte sus críticas a Bolsonaro, a quien llegó a llamar racista, misógino y violento.

Sin embargo, el mandatario electo ha afirmado en varias ocasiones que la relación con Brasil es lo suficientemente importante como para delimitarla a lo que dice su presidente.

Estados Unidos 

Macri, que siempre se ha vanagloriado de haber vuelto a vincular al país con el mundo tras el aislamiento que a su juicio sufrió durante el kirchnerismo con socios como Venezuela e Irán, ha mantenido durante su gobierno una muy buena relación con Estados Unidos, tanto con Barack Obama como con Donald Trump como presidentes.

Convencido de que Argentina está muy condicionada por las políticas norteamericanas, Fernández cree que se necesita alcanzar un vínculo maduro con Estados Unidos.

“Si nosotros vivimos con George Bush, en referencia a su época como jefe de gabinete, ¿cómo no vamos a poder convivir con Trump también?”, llegó a decir en julio pasado.

Con el retorno del peronismo a la Casa Rosada está por ver cómo se hilvanan los hilos de la geopolítica regional, con un Fernández más convencido de la unidad latinoamericana que de la apertura indiscriminada con el resto del mundo.


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