Estados Unidos sancionó este lunes a siete ciudadanos y cuatro entidades rusas que habrían intentado interferir en las elecciones legislativas de 2018. Todos los casos se relacionan con la organización Agencia de Investigación de Internet, con sede en San Petersburgo.
«La Oficina de Control de Activos Extranjeros tomó medidas contra los actores rusos que intentaron influir en las elecciones de medio mandato de 2018», señaló en un boletín el Tesoro estadounidense.
No obstante, el gobierno de Estados Unidos aseguró que no ha encontrado indicios de que esas entidades fueran capaces de comprometer la infraestructura electoral.
Ello habría impedido votar, cambiar el sufragio o interrumpir el conteo en las elecciones del pasado mes de noviembre, en las que se eligió a la totalidad de los legisladores de la Cámara Baja y un tercio del Senado.
Grupo de sancionados
En concreto, las autoridades estadounidenses congelaron los activos de Yevgeniy Prigozhin, un empresario vinculado al presidente de Rusia, incluidos tres aviones y un yate. También diferentes empleados de la Agencia de Investigación de Internet, financiada por el mismo magnate, sufrió las medidas.
No es la primera vez que Estados Unidos castiga a Progozhin, conocido como el «chef» de Putin, por organizar sus banquetes oficiales y con influencia en el Kremlin, según medios estadounidenses.
“El Tesoro está apuntando a los aviones privados, yates y compañías asociadas de Yevgeniy Prigozhin», dijo el secretario del Tesoro, Steve Mnuchin.
Estados Unidos también sancionó a Dzheykhun Nasimi Ogly Aslanov, Mikhail Leonidovich Burchik , Vadim Vladimirovich Podkopaev, Vladimir Dmitriyevich Venkov, Igor Vladimirovich Nesterov y Denis Igorevich Kuz Kuz, todos ellos trabajadores de la empresa de Prigozhin, y a otras tres entidades.
Como consecuencia de las sanciones, quedan congelados los activos que esos individuos y entes puedan tener bajo jurisdicción estadounidense y se les prohíbe efectuar transacciones financieras con Estados Unidos.
«No encuentren refugio ni consuelo»
Mike Pompeo, secretario de Estado, advirtió que cualquier persona o compañía que interactúe con los rusos castigados, «también pueden estar sujetos a sanciones futuras».
«El gobierno de Estados Unidos continuará trabajando para garantizar que Prigozhin y otros como él no encuentren refugio ni consuelo mientras realicen actividades desestabilizadoras que amenacen los intereses de Estados Unidos y sus aliados y socios», señaló.