El gobierno de Estados Unidos mostró su rechazo a las manifestaciones violentas contra el Ejecutivo de Lenín Moreno en Ecuador tras la aplicación de medidas económicas en el marco de un acuerdo crediticio con el FMI.

“Estados Unidos sigue con cautela los recientes acontecimientos en Ecuador. Rechazamos la violencia como forma de protesta política”, dijo en Twitter el subsecretario de Estado de Estados Unidos para el Hemisferio Occidental, Michael G. Kozak.

Para Kozak, “el diálogo y el respeto al Estado de derecho son valores democráticos fundamentales; la mejor manera para que el pueblo de Ecuador disfrute de una mayor prosperidad económica”.

“Reconocemos las difíciles decisiones que el gobierno de Ecuador ha tomado para avanzar en la buena gobernanza y establecer las bases para un crecimiento económico sostenible”, añadió.

Finalmente, sostuvo que el gobierno norteamericano “seguirá trabajando con el pueblo de Ecuador en apoyo a la democracia, la prosperidad y la seguridad”.

Tras su llegada al poder hace dos años, Moreno busca una alianza con Estados Unidos y dejar atrás las tensas relaciones diplomáticas que marcaron el anterior gobierno de Rafael Correa (2007-2017).

Además de entregar a las autoridades británicas al fundador de WikiLeaks, Julian Assange, pedido en extradición por Estados Unidos y que vivía refugiado desde 2012 en la embajada ecuatoriana en Londres, Moreno también se ha unido a Ecuador al Grupo de Lima, que busca derrocar a Nicolás Maduro en Venezuela.

El gobierno de Moreno decretó el pasado jueves el estado de excepción después de que estallaran las primeras protestas contra las medidas adoptadas en el marco del acuerdo crediticio entre el Ejecutivo y el Fondo Monetario Internacional, FMI.

Entre ellas, la eliminación del subsidio a los combustibles, que ha puesto a los colectivos sociales en pie de lucha ante el encarecimiento de toda la producción y los precios.

Sobre el terreno, se suceden las protestas en centros urbanos y los cortes de carreteras. Además, tres campos petroleros han suspendido sus operaciones y la Fuerza Aérea está trasladando productos a los mercados del país para evitar el desabastecimiento.

Cerca de 500 personas han sido detenidas durante las protestas, según datos del gobierno.

La Confederación de Nacionalidades Indígenas, una de las organizaciones sociales más importantes del país, ha llamado a un “levantamiento” progresivo en todo el país, y ha organizado una protesta de sus bases en Quito, que se unirá el próximo miércoles a una movilización de los sindicatos a nivel nacional.


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