síndrome de La Habana

El director de la CIA, William J. Burns, ha advertido de «forma confidencial» a los servicios de inteligencia de Rusia que se «enfrentarán a consecuencias» si están detrás de los misteriosos incidentes de salud conocidos como «síndrome de La Habana», que afectan a diplomáticos y espías de Estados Unidos en todo el mundo.

Según publica este jueves The Washington Post, que cita fuentes diplomáticas conocedoras del caso pero bajo la condición del anonimato, la advertencia fue hecha durante la visita de Burns a Moscú a comienzos de este mes.

El director de la CIA planteó esta cuestión a los responsables del Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB), y al Servicio de Inteligencia Exterior ruso (SVR).

Burns les dijo, según el Post, que provocar que el personal estadounidense y sus familiares sufrieran daños cerebrales graves y otras dolencias iría más allá de los límites del comportamiento aceptable para un «servicio de inteligencia profesional».

La advertencia, según el diario, no llega a ser una acusación formal, pero sí sugiere que Estados Unidos podría sospechar de una implicación de los servicios secretos de Rusia en relación con estos fenómenos.

Ni la CIA ni la Embajada de Rusia en Washington han querido hacer comentarios al respecto, asegura el Post, mientras que Moscú ha negado en varias ocasiones que tenga algo que ver con estos incidentes.

El objetivo principal del viaje de Burns a Moscú era avisar al Kremlin que Washington estaba atento a la acumulación de tropas en la frontera de Ucrania y no toleraría un ataque militar contra ese país.

Más de 200 diplomáticos y familiares estadounidenses destinados en misiones en el exterior han padecido síntomas del «síndrome de La Habana».

El origen y el responsable de estos misteriosos «ataques» aún se desconoce, aunque expertos apuntan que podría haberse usado energía de radiofrecuencia.

Además de en Cuba, donde se detectaron los primeros casos en 2016 y 2017, ha habido incidentes similares en China, Austria, Alemania e incluso en Washington.

El entonces presidente de EEUU Donald Trump acusó en 2017 al gobierno de Cuba de ser responsable de lo que las autoridades estadounidenses calificaron entonces como «ataques acústicos» o «sónicos», lo que sirvió como pretexto a Trump para romper con el deshielo diplomático con la isla.

Sin embargo, un informe interno dado a conocer a principios de este año reveló que Trump acusó a La Habana sin pruebas, y que la mala gestión y la falta de coordinación dominaron su respuesta a esos supuestos «ataques».

 


El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!