Shanghái
Foto AFP

Estados Unidos ordenó a todo el personal no esencial de su consulado de Shanghái abandonar la ciudad china en medio de un duro confinamiento decretado por las autoridades ante un brote de covid-19 con miles de casos diarios.

El departamento de Estado ordenó la salida del personal y sus familias «debido al brote de covid-19 en curso y al impacto de las restricciones relacionadas con la respuesta de la República Popular de China», señaló un portavoz de la embajada estadounidense en un comunicado.

La diplomacia estadounidense también expresó «preocupación por la seguridad y el bienestar de los ciudadanos estadounidenses a funcionarios de la República Popular de China», añadió el texto.

El gigante asiático aplica todavía una política de «cero covid» consistente en tratar de eliminar completamente las infecciones a través de rígidos confinamientos, tests masivos y restricciones de viaje.

Pese a estas precauciones, el virus se ha abierto paso en el país desde marzo, con más de 100.000 casos solo en Shanghái que han llevado a un confinamiento de esta ciudad de 25 millones de habitantes.

Las restricciones, de las más duras decretadas en China desde la emergencia del virus en Wuhan a finales de 2019, fueron recibidas con creciente enfado por parte de la población por la falta de comida y la inflexible política de aislar en centros de cuarentena a los positivos.

Además, los contagios siguen siendo muy elevados, con más de 23.000 nuevas infecciones el martes en esta megaurbe.

La mayoría de sus residentes permanecen bajo estricto confinamiento, aunque aquellos que viven en zonas con baja incidencia del virus han podido salir de la calle, lo que se ha celebrado con escenas de alegría compartidas en redes sociales.

La embajada de Estados Unidos apuntó la semana pasada que permitiría a sus trabajadores no esenciales dejar la ciudad debido a este brote y alertó a sus ciudadanos en China de las medidas «arbitrarias» anticovid decretadas en el país.

El departamento de Estado asegura ahora que «lo mejor» para los empleados y sus familias es «reducir el número y desescalar las operaciones mientras lidiamos con las circunstancias cambiantes en el terreno», indicó el portavoz.

Creciente malestar

China ha rechazado las quejas estadounidenses sobre el confinamiento de Shanghái. Su portavoz diplomático, Zhao Lijian, recriminó el sábado unas «acusaciones sin fundamento» y defendió que la política china era «científica y efectiva».

Las autoridades han preparado decenas de miles de nuevas camas en alrededor de 100 hospitales improvisados como parte de la política de aislar a cualquier persona que da positivo al virus, sea o no sintomática.

Los lugareños han empezado a mostrar malestar por estas restricciones. Muchos se han quejado en redes sociales de la escasez de comida y de la dureza de una política que llevó a un trabajador sanitario a apalear hasta la muerte a un perro cuyo dueño había dado positivo.

La impopular medida de separar a los niños infectados de sus padres negativos, ahora aliviada, también provocó inusuales muestras de enfado la semana pasada.

Pese a ello, las autoridades mantienen su defensa de la estrategia «cero covid» y el responsable sanitario de Shanghái, Wu Qianyu, dijo el domingo que «no se relajará en lo más mínimo».

Las principales plataformas de entrega a domicilio aseguraron que ampliarán las reservas de comida y reclutarán miles de trabajadores para fortalecer el suministro de productos básicos.


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