Así lo afirmó Barton Gellman, autor del nuevo libro basado sobre el denunciante de la NSA.

El reportero del Washington Post, ganador del Premio Pulitzer, que documentó el alcance de la vigilancia del gobierno de EEUU sobre sus propios ciudadanos después de recibir documentos filtrados de la Agencia de Seguridad Nacional de Edward Snowden, dijo que cree que el ex contratista de la NSA no será perdonado en su vida.

Gellman fue uno de los tres reporteros a los que Snowden se dirigió por primera vez en 2013 con el archivo de documentos que mostraban la vigilancia masiva de ciudadanos estadounidenses por parte de su propio gobierno. Su libro «Dark Mirror: Edward Snowden and the American Surveillance State», fue publicado el martes.

El periodista simpatiza con Snowden pero plantea preguntas sobre algunas de sus acciones y dijo que jamás podría regresar a Estados Unidos en su vida, a menos que esté esposado.

«La comunidad de inteligencia y la comunidad de seguridad nacional, lo detestan; no creo que sea perdonado en su vida», dijo Gellman al podcast «Skullduggery» de Yahoo News. 

Él mismo ha pasado mucho tiempo con Snowden desde su primer encuentro en 2013 y dijo que el título de su libro refleja su propia visión de las capacidades y esfuerzos de vigilancia del gobierno de los EEUU.

Aún así, tiene claro que con su escrito no pretende ser una defensa completa de Snowden (quien permanece en Rusia), donde ha estado desde poco después de que Gellman y otros reporteros del Washington Post revelaron por primera vez los esfuerzos ilegales de recolección masiva de datos de la NSA gracias a las revelaciones de Snowden.

Con los años, Gellman y Snowden han debatido el estado de vigilancia y su importancia, a veces terminando en lados opuestos. Gellman dijo que Snowden lo intriga, en parte, por lo lejos que estaba dispuesto a llegar para revelar prácticas sensibles y previamente desconocidas de la NSA, como la recopilación masiva ilegal de registros telefónicos.

El Congreso prohibió la práctica en 2015, un paso que casi definitivamente no habría sucedido sin las revelaciones de Snowden.

«¿Por qué la gente como Snowden hace lo que hace?», Gellman señaló. «La mayoría de las personas tienen una confianza suprema en su propio sentido del bien y el mal; cosa que Snowden tiene. Y requiere una sensibilidad que no puede tolerar la inacción».

Gellman dijo que, a pesar de las especulaciones de que Snowden es un espía ruso, simplemente no lo cree en base a sus experiencias con el denunciante.

Cualquiera que sea la relación histórica de Snowden con el gobierno ruso, es evidente que Putin ve un gran valor en que éste permanezca en Moscú, donde las autoridades estadounidenses no pueden tocarlo.

Gellman dijo que cree que Putin disfruta de su papel como defensor internacional de los derechos humanos que protege a un denunciante como Snowden. Incluso Snowden se da cuenta de que es un «premio».

“Snowden me reconoció, y pensé que era muy interesante, que Putin tiene razones para protegerlo. ‘Aunque no soy un espía, me está tratando como si lo fuera para que no arruine las posibilidades con alguien más'», señaló.


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