ministro de Relaciones Exteriores de Ecuador, Juan Carlos Holguín
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El ministro de Relaciones Exteriores de Ecuador, Juan Carlos Holguín, que este miércoles compareció ante la comisión de Fiscalización del Parlamento, lamentó la actitud de los funcionarios de la Embajada de Argentina al informar sobre la fuga de la exministra María Duarte de esa delegación diplomática.

Holguín incluso consideró que pudo haber existido «negligencia» y «complicidad» de la Embajada argentina en la fuga hacia Venezuela de Duarte, que se encontraba en esa residencia desde hacía más de dos años y medio para evitar ir a prisión por una condena de ocho años de cárcel por corrupción.

Duarte, que se había refugiado en la sede diplomática de Argentina el 20 de agosto de 2020, se fugó después de que en diciembre pasado el gobierno de Argentina le concediese el asilo diplomático que había solicitado pero el de Ecuador se opusiese a darle un salvoconducto para que viajase a Buenos Aires sin ser detenida.

La comparecencia del canciller a la Comisión de Fiscalización de la Asamblea Nacional (Parlamento) obedeció al inicio de una investigación legislativa por la salida subrepticia del país de Duarte, quien dirigió la cartera de Obras Públicas durante el Gobierno del izquierdista Rafael Correa (2007-2017), condenado en el mismo caso la exfuncionaria y que, al igual que ella, rechaza las acusaciones.

Holguín ha informado a los fiscalizadores de la Asamblea que, según su criterio, existen inconsistencias en las versiones dadas por los funcionarios de la Embajada, incluido la del propio embajador, Gabriel Fuks, quien ha sido declarado «persona non grata» y expulsado por el Gobierno de Ecuador.

El canciller ecuatoriano señaló que la actitud de los funcionarios diplomáticos argentinos ha sido «muy poco amistosa», si se considera que Duarte tiene en su contra una condena en firme por un caso llamado «Sobornos 2012-2016», por el que incluso Correa fue condenado a ocho años, que ha evitado por su asilo en Bélgica.

Holguín, de acuerdo a una nota de prensa difundida por la Asamblea, ha supuesto que la Embajada argentina, que mantenía a Duarte en su residencia junto a su hijo menor de nacionalidad argentina, debía haber comunicado su salida apenas se produjo y no 72 horas después.

De su lado, el ministro del Interior, Juan Zapata, que también compareció ante la Comisión de Fiscalización, recordó que la residencia de la Embajada de Argentina goza de una condición territorial especial, por lo que un patrullero de su institución vigilaba la situación de Duarte desde las inmediaciones.

Sin embargo, Zapata dijo que se había solicitado el retiro del patrullero del perímetro cercano de la residencia, lo que habría impedido a la Policía realizar adecuadamente su trabajo de vigilancia.

Explicó que los policías que vigilaban no tenían línea de vista a la residencia y que por ello no pudieron ver la salida de Duarte, sobre quien pesa una alerta de localización y búsqueda con fines de extradición.

La salida de Duarte de la Embajada de Argentina en Quito ha levantado polémica, ya que mientras las autoridades ecuatorianas la consideran prófuga de la justicia, su defensa sostiene que goza del asilo diplomático concedido por Buenos Aires en diciembre pasado.


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