Donald Trump propuso posponer los comicios que lo enfrentarán con el candidato demócrata Joe Biden, beneficiado en las últimas encuestas. Este escenario nunca se ha hecho realidad en Estados Unidos, pero es difícil que se dé en la actualidad debido a la falta de mayoría en el Congreso.
La propuesta de Trump ocurre en momentos de incidencia del covid-19 en ese país. El mandatario republicano no confía en el voto por correo y afirmó que estas serían unas elecciones “fraudulentas”.
Las especulaciones electorales sobre el método de votación ya habían sido asomadas por el presidente, pero hasta ahora no se había referido a la postergación de las elecciones en las que pretende revalidar su cargo por otros cuatro años más.
De ocurrir un retraso en las votaciones sería un hecho histórico. Desde su independencia del Reino Unido, Estados Unidos nunca ha cambiado la fecha de las elecciones, ni siquiera durante la Guerra Civil en el siglo XIX. En esa ocasión los comicios se realizaron en el tercer año de contienda entre los confederados y los federalistas.
Pero la decisión de cambiar la fecha no depende del presidente de Estados Unidos. La potestad de aplazar comicios recae en el Congreso. Y se debería aprobar en las dos cámaras que lo forman. Trump controla el Senado con mayoría republicana, pero los demócratas tienen la mayoría en la Cámara de Representantes.
Es ese detalle el que hace muy difícil que se cambie la fecha. El enfrentamiento entre el mandatario norteamericano y la líder de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, es evidente. Fue esta quien impulsó contra Trump el tercer impeachment (juicio político) de la historia del país, con el objetivo de despojar al republicano del cargo de presidente.