Foto: EFE

Los desplazados dentro de la franja de Gaza por los ataques del Ejército israelí han llegado a los 423.000, 25% más que en la víspera, informó este viernes la Oficina de Coordinación de Ayuda Humanitaria (OCHA) de Naciones Unidas.

Más de dos terceras partes se encuentran en escuelas de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA), mientras el acceso a los alimentos se hace cada vez más difícil y los servicios esenciales -sanitarios, de agua y saneamiento básico- están a punto de colapsar tras la interrupción total del suministro de la electricidad.

Según las cifras proporcionadas por el Ministerio de Salud de Gaza a la ONU, en las últimas 24 horas otros 317 palestinos resultaron muertos, lo que eleva la cifra total a 1.417 y que no toma en cuenta a las personas que se encuentran bajo los escombros de los edificios bombardeados, ni a los milicianos muertos durante su incursión en territorio israelí el pasado sábado.

En el último balance facilitado por el Ministerio de Sanidad gazatí se facilitó la cifra de 1.537 muertos -incluidos 500 niños y 276 mujeres.

Los heridos totalizan 6.268 tras los ataques que entran hoy en su séptimo día.

Entre los edificios dañados se encuentran al menos 90 instalaciones educativas, incluidos 20 colegios de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA), dos de las cuales se utilizaron como refugios de emergencia para desplazados internos, y 70 escuelas de la Autoridad Palestina, una de las cuales fue destruida.

Además, 11 mezquitas fueron atacadas y destruidas, mientras que siete iglesias y mezquitas sufrieron daños.

La OCHA indicó que desde el inicio de las hostilidades, seis pozos de agua, tres estaciones de bombeo de agua, un depósito de agua y una planta desalinizadora que abastecen a más de 1,1 millones de personas sufrieron ataques aéreos.


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