Defensores de víctimas de Mubarak lamentan que nunca rindiera cuentas
El ex presidente egipcio Hosni Mubarak fue condenado el 2 de junio de 2012 a cadena perpetua por complicidad en la muerte de manifestantes durante las protestas que concluyeron con su salida del poder en 2011 | AFP

Abogados de las víctimas de la represión en la época del ex presidente egipcio, Hosni Mubarak, fallecido este martes a los 91 años de edad en una cama de hospital, lamentaron el legado de impunidad y de injusticia dejado por el dictador. El mandatario fue derrocado hace 9 años durante la primavera árabe.

Kadry Farid, uno de los abogados de los manifestantes que fallecieron en la revuelta egipcia contra Mubarak en 2011, dijo que las sentencias de los varios casos contra el ex mandatario fueron «políticas y no legales».

Al dictador lo juzgaron por su implicación en la muerte de un millar de manifestantes. Esta situación se presentó durante los 18 días de protestas que acabaron con su mandato, así como por delitos financieros.

Inicialmente lo condenaron a cadena perpetua en 2012 y fue absuelto apenas dos años después por cuestiones de forma.

Mubarak condenado y honrado

En 2014 lo condenaron a tres años de cárcel por apropiación indebida de fondos públicos. El caso estuvo relacionado con el presupuesto de los palacios presidenciales.

«A alguien que condenan por robar no puede ser honrado por las autoridades» actuales del país, denunció Farid en referencia a los tres días de luto decretados por la Presidencia egipcia. También las alabanzas dirigidas a Mubarak desde esta institución.

«Quien robó al país y a los hijos del país es honrado como un héroe nacional. Es como honrar al asesino de su propio pueblo», señaló Kadry Farid.

En cuanto a su legado, el abogado consideró que Mubarak «solo dejó huellas criminales» y un mensaje claro: «Quien comete un crimen no será castigado, quien roba no será juzgado».

30 años de dictadura

Por su parte, una de los fundadores del Centro Al Nadim de asistencia a las víctimas de la tortura, Aida Seif al Daula, recordó que Mubarak no fue juzgado nunca por las víctimas que murieron antes de la revolución. Nunca durante sus 30 años de su dictadura.

«La tortura fue la política de Estado en la época de Mubarak. Método organizado en las cárceles y a manos de la policía», aseguró la mujer, que lleva décadas luchando por ofrecer asistencia psicológica y apoyo legal a las víctimas.

«Mubarak no merece honores ni ser declarado inocente porque no fue juzgado de verdad», agregó. Consideró que no podía tener lugar un juicio justo en «este régimen que se prolonga desde su época hasta la actualidad».

Al Daula lamentó el hecho de que el dictador dejó «un amplio legado de asesinatos».

Mientras, el director de la ONG Red Árabe para la Información de Derechos Humanos, Gamal Eid, denunció mediante Twitter el tratamiento que el gobierno está dando al difunto presidente.

«A Mubarak lo juzgaron y condenaron por corrupción. No merece un funeral oficial, ni pensión ni honores», afirmó el abogado de derechos humanos.

Y mostró su alegría: «Me siento como un ciudadano rumano cuando murió Nicolae Ceausescu. Igualmente como un chileno cuando murió Augusto Pinochet».


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