Un grupo de exiliados venezolanos residenciados en Estadios Unidos (EE UU) declararon persona non grata a el presidente de Colombia, Gustavo Petro, por abogar por el levantamiento de sanciones que la administración de Joe Biden mantiene sobre el gobierno de Nicolás Maduro.
Es muy «penoso que existan gobernantes legítimos que buscan ayudar a un individuo como Nicolás Maduro, que no solo está usurpando el poder», también enfrenta acusaciones de crímenes de lesa humanidad, de presunta corrupción y narcotráfico, al igual que miembros de su gabinete, pronunció la Organización de Venezolanos Perseguidos Políticos en el Exilio (Veppex), con sede en Miami, reseñada por El Nuevo Herald.
Gustavo Petro es persona non grata para venezolanos
Recientemente, el presidente colombiano se reunió en Estados Unidos con congresistas, representantes de países miembros de la OEA y con el presidente de ese país, Joe Bien.
De acuerdo con declaraciones de él mismo a la prensa, durante las reuniones se mostró a favor del levantamiento de sanciones para el gobierno de Maduro.
Abogué por «una desactivación paulatina y progresiva de sanciones, de tal manera que llegáramos a una meta que al final es que el pueblo decida libremente, sin sanciones, sin presiones, su propio destino», dijo.
En ese sentido, Veppex insistió en que la postura de Petro es la de apoyo a un tirano.
«Quienes apoyan al régimen de Maduro y buscan levantar las sanciones le están dando la espalda al pueblo venezolano que dentro y fuera del país es víctima de la tiranía», expresó la ONG en su comunicado.
En su lugar, Veppex consideró que si Petro quería abogar por Venezuela debió hablar sobre «los presos políticos venezolanos» y de la «forma reiterativa como el régimen viola los derechos humanos y persigue a quienes no están de acuerdo, ni apoyan a su revolución».
Cumbre Internacional sobre Venezuela
Como parte del plan de Petro, este martes 25 de abril se llevará a cabo en Bogotá, Colombia, una Conferencia Internacional sobre Venezuela para buscar reiniciar el diálogo entre la oposición y el régimen de Maduro, con la asistencia de unos 15 países.
Según indicó el mandatario, la idea es abordar acuerdos relacionados al establecimiento de un cronograma electoral venezolano con garantías, la entrada de Venezuela al Sistema Interamericano de Derechos Humanos, una desactivación paulatina y progresiva de sanciones.