tanques de la
Foto AFP

Decenas de tanques israelíes entraron el lunes en el sur de la Franja de Gaza, donde el Ejército expandió su ofensiva terrestre contra Hamás pese a la presencia de cientos de miles de civiles y el aumento de las tensiones en la región.

Las fuerzas israelíes, que iniciaron una ofensiva terrestre el 27 de octubre en el norte del enclave palestino, multiplicaron los bombardeos en el sur, desde que se reanudaron los combates el 1 de diciembre tras siete días de tregua. El Ejército afirmó que iba a extender sus operaciones «en el conjunto de la Franja de Gaza».

«El Ejército opera en todas partes donde Hamás tiene bastiones», declaró el domingo por la noche su portavoz, Daniel Hagari.

Decenas de tanques, vehículos de transporte de tropas y topadoras israelíes entraron en el sur del pequeño territorio, a la altura de la ciudad de Jan Yunis, indicaron este lunes a AFP varios testigos.

Amin Abu Hola, de 59 años, explicó que estos vehículos militares habían penetrado ya unos dos kilómetros hasta el pueblo de Al Qarara, al noreste de Jan Yunis. «Los tanques están ya en la carretera de Salaheddin», que cruza la Franja de norte a sur, añadió por su lado Moaz Mohammed, de 34 años.

Un bombardeo en la entrada del hospital Kamal Adwan, situado en el norte de Gaza, dejó en la madrugada varios muertos, según la agencia palestina Wafa. El gobierno de Hamás acusó al Ejército israelí de una «grave violación» del derecho internacional. El Ejército no confirmó esta información.

Israel acusa al grupo islamista palestino, también catalogado de organización terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea, de haber instalado infraestructuras bajo los hospitales de la Franja y de utilizar a los civiles como escudos humanos.

El Ministerio de Salud de Hamás reportó 15.523 muertos, entre ellos 70% de mujeres y niños, en los bombardeos israelíes, efectuados como respuesta al ataque sin precedentes del movimiento islamista en suelo israelí el 7 de octubre.

Los comandos islamistas infiltrados aquel día en Israel mataron a 1.200 personas, en mayoría civiles, y secuestraron a unas 240, según las autoridades.

Israel declaró la guerra a Hamás y prometió «aniquilar» a Hamás, que gobierna en el enclave palestino desde 2007.

Caos en los hospitales

El Ejército israelí anunció el lunes que tres soldados murieron la víspera en el norte del territorio, llevando a 75 el número de militares fallecidos desde el inicio de la ofensiva terrestre.

En total, 401 soldados israelíes murieron desde el 7 de octubre.

Bajo una tregua mediada por Qatar, con apoyo de Egipto y Estados Unidos, 80 rehenes israelíes fueron liberados a cambio de la salida de 240 presos palestinos.

Más de una veintena adicional de rehenes también fue liberada de Gaza, en su mayoría tailandeses radicados en Israel.

En el sur del territorio, los bombardeos israelíes se centraron en los últimos días en Jan Yunis y sus alrededores, donde cada día el Ejército advierte de un «terrible ataque inminente» y ordena evacuar a la población.

Desde el inicio de la guerra, cientos de miles de habitantes de la Franja han huido de sus casas y se hacinan en el sur.

Israel aseguró que no está tratando de obligar a los civiles de Gaza a abandonar definitivamente sus casas, aunque reconoció que las condiciones son «duras».

«Hemos pedido a los civiles que evacúen la zona de combates, y hemos designado una zona humanitaria dentro de la Franja de Gaza», dijo Jonathan Conricus, uno de los portavoces del Ejército israelí refiriéndose a una estrecha banda costera dentro del enclave, llamada Al Mawasi.

Los hospitales, que en el norte están casi todos fuera de servicio, en el sur están desbordados de heridos, sin electricidad y con poquísimo carburante en las reservas.

«Nos faltan las palabras para describir los horrores que azotan a los niños aquí», dijo el domingo James Elder, un portavoz de Unicef presente en el hospital Nasser de Jan Yunis, el mayor del sur de Gaza.

«Veo llegar a niños en masa entre las víctimas», afirmó.

Protección «real» a los civiles

El Ejército israelí informó que había efectuado «unos 10.000 bombardeos» en Gaza desde el inicio de la guerra.

Estos ataques destruyeron o dañaron más de la mitad de los edificios, según la ONU, cuyo secretario general, Antonio Guterres, habló de «una catástrofe humanitaria mundial».

Las necesidades son inmensas en el territorio, sometido a un asedio total desde el 9 de octubre, donde 1,8 millones de personas, de un total de 2,4 millones, se vieron forzadas a desplazarse por la guerra, según la ONU.

Excepto los siete días de tregua que permitieron la entrada desde Egipto de cientos de camiones de ayuda humanitaria, el paso fronterizo de Rafah está abierto parcialmente.

En paralelo, el Ejército israelí lanzó en la madrugada del lunes operaciones en diferentes sectores de Cisjordania, territorio palestino ocupado por Israel desde 1967, sobre todo en Yenín, según la agencia Wafa.

Estados Unidos, que brinda a Israel miles de millones de dólares anuales en ayuda militar, ha intensificado los llamados a proteger a los civiles en Gaza.

«Demasiados palestinos inocentes han muerto», declaró la vicepresidenta Kamala Harris en la cumbre climática COP28 en Dubái.

Alemania también urgió a Israel a garantizar una protección «real» a los cientos de miles de civiles en el enclave.

Entre temores a una conflagración regional, un destructor estadounidense derribó varios drones sobre el mar Rojo mientras asistía a buques comerciales que habían sido blanco de ataques desde Yemen.

Rebeldes hutíes en Yemen, apoyados por Irán, dijeron que atacaron a dos de los barcos. También lanzaron una serie de drones y misiles contra Israel las últimas semanas.


El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!