Daniel Sancho (Círculo pequeño) y Edwin Arrieta. Foto: Archivo Particular
Daniel Sancho (Círculo pequeño) y Edwin Arrieta. Foto: Archivo Particular

El juicio contra el español Daniel Sancho en Tailandia por el supuesto asesinato premeditado del cirujano colombiano Edwin Arrieta quedó este jueves visto para sentencia, que se leerá el 29 de agosto, tras casi un mes de un intenso y mediático proceso.

Sancho se sentó en el banquillo de los acusados del Tribunal Provincial de Samui (sur de Tailandia) ocho meses después del supuesto crimen en la cercana isla de Phangan, un juicio celebrado con algunos sobresaltos pero sin sorpresas destacables tanto por la parte de la Fiscalía como de la defensa.

Sancho dijo este jueves que siente que «se haya perdido una vida y que unos padres hayan perdido un hijo» durante su alegato final en el juicio, que comenzó el pasado 9 de abril y que se celebró a puerta cerrada.

Tribunal Provincial de Koh Samui, donde se realiza el juicio del chef español Daniel Sancho. FOTO: EFE
Tribunal Provincial de Koh Samui, donde se realiza el juicio del chef español Daniel Sancho. FOTO: EFE

Habla Darling Arrieta

Este viernes, Darling Arrieta, hermana de Edwin Arrieta, le concedió una entrevista al programa español ¡De viernes!, del canal Telecinco, en el cual habló del caso de su hermano y se refirió al mensaje de disculpas que envió Sancho durante su alegato.

«(Daniel Sancho) dice cosas y realmente son cosas que no salen de su corazón, resarcir, pero sigue insistiendo en que somos una familia peligrosa», señaló Darling Arrieta.

La hermana del cirujano colombiano fue más allá: «​Sigue insistiendo en que somos una familia peligrosa. No quiero que vengan personas a ultrajar y a pisotear a mi familia. Daniel Sancho no está tranquilo con haber asesinado a mi hermano, sino que aún sigue pisoteándonos a nosotros».

Edwin Arrieta, cirujano colombiano, de 44 años. FOTO: Redes sociales.
Edwin Arrieta, cirujano colombiano, de 44 años. Foto  Redes sociales.

Acto seguido, Darling Arrieta lanzó una petición para que cesen los rumores y las especulaciones sobre su hermano, en gran parte difundidas por medios de comunicación españoles y la familia del acusado. 

«Pido que ya basta, ya dejen a mi hermano en paz, déjenlo descansar en paz. Cumplió nueve meses que no ha podido descansar en paz porque youtubers, medios y la familia Sancho se han encargado de que no pueda descansar en paz. Es una pesadilla horrible», afirmó, entre lágrimas.

Y finalizó: «Cada día me despierto angustiada y asustada pensando con qué van a salir hoy, qué otra cosa horrible tiene que decir de mi familia o de mi hermano».

La familia de Arrieta se ha personado en el juicio como coacusación a través de abogados tailandeses y con la presencia algunos días del letrado hispano-colombiano Juan Gonzalo Ospina, que testificó el pasado 24 de abril y puso de manifiesto la situación en la que han quedado tanto económica como anímicamente.

​El letrado explicó entonces que el sustento de la familia dependía de Arrieta y que los padres están «sufriendo depresión, ansiedad, pesadillas nocturnas y tomando tratamiento para superar (la muerte de su hijo)”.

La declaración de Sancho

El acusado hizo un alegato final el jueves, tras acceder el juez a su petición en este sentido, e insistió en que había actuado en defensa propia, mientras lamentó el daño causado a la familia del cirujano colombiano.

«Siento que se haya perdido una vida y que unos padres hayan perdido un hijo. Siento que su familia no haya podido enterrarlo en condiciones. Siento lo que hice después de la muerte», aseguró Sancho ante el juez en la última sesión del juicio, que concluyó el jueves, un día antes de lo previsto.

En ese sentido, Sancho dijo que ayudará a la familia «en cuanto pueda» y que los compensará por «los daños morales del desmembramiento». 

Sancho ya había testificado en dos sesiones consecutivas el martes y miércoles y contestó durante horas a las preguntas tanto de la defensa como de la acusación.

En línea con esta declaración, el acusado negó el jueves que hubiera planificado el asesinato de Arrieta, quien tras su muerte el 2 de agosto en Phangan (cercana a Samui), donde ambos habían quedado, fue descuartizado y sus restos esparcidos por varios lugares de la isla, incluido el mar.

«Soy inocente, la muerte de Edwin llega porque me atacó e intentó violarme. Intenté evitar la pelea», dijo Sancho, quien añadió que la muerte se debió a un accidente durante el forcejeo.

En las últimas semanas, el asunto clave del proceso giró, como se anticipaba, en torno a la premeditación del asesinato, de lo que acusa a Sancho la Fiscalía y delito que Tailandia castiga con hasta la pena de muerte, si bien apenas la aplica.

El fiscal, Jeerawat Sawatdichai, trató de demostrar en la fase inicial que Sancho premeditó el asesinato de Arrieta, en parte convocando a testigos de la compra de cuchillos, una sierra y otro material en Phangan el día antes de los hechos, si bien ha admitido en los últimos días la dificultad de probarlo.

La defensa de Sancho, representada en Tailandia por el abogado de oficio Apichart Srinual, alegó que el español actuó en defensa propia y que la muerte de Arrieta, que luego fue descuartizado, se debió a un accidente durante un forcejeo iniciado cuando, según el acusado, el cirujano trató de violarle. 

El caso quedó ha quedado visto para sentencia, que no se publicará hasta el 29 de agosto, pues ambas partes disponen ahora de dos meses para presentar alegatos finales por escrito.


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