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Santo Cáliz de la catedral de Valencia

La Universidad Politécnica de Valencia (España) ha publicado una nueva investigación que aporta nuevos datos inéditos sobre la posible autenticidad del Santo Cáliz de la Última Cena, custodiado en la Catedral de Valencia desde 1437. En este caso, se trata de la hipótesis del profesor Manuel Zarzo.

Según indica Zarzo, «la datación de la copa es esencial, pues es condición necesaria para ser auténtica el haber sido tallada antes de la Última Cena. Por otra parte, hay que seguir investigando en la trazabilidad de la copa desde Jerusalén hasta Huesca, pues los indicios de su presencia en la Península Ibérica soy muy escasos antes del siglo XII. Y, por último, hay que plantearse qué probabilidad hay de que sea una falsa reliquia».

Esta cuestión la ha publicado Manuel Zarzo en la revista Heritage, en la que señala que el diseño de la copa de ágata, la moldura del borde y de la base coinciden con las copas de época helenístico-Romana.

La clave de una datación más precisa para Zarzo está en la manipulación del vidrio. «La elaboración del vidrio por soplado se desarrolló a finales del siglo primero antes de Cristo. Anteriormente, los recipientes de vidrio se fabricaban con moldes, siendo caros y poco transparentes. La disponibilidad de vasos más transparentes fue toda una revolución, pues permitían apreciar la calidad de los vinos, de modo que su comercio se extendió rápidamente por todo el Mediterráneo».

Continúa Zarzo afirmando que «dicho desarrollo entró en competencia con los vasos tallados en piedra preciosa, muy valorados por las clases aristocráticas, obligando a que los artesanos lapidarios tuvieran que esmerarse, reduciendo el espesor de estos vasos para aumentar su transparencia. Pero, en el caso del Santo Cáliz, el espesor del ágata hace pensar en una manufactura anterior al boom del vidrio por soplado. Es decir, anterior a la Última Cena».

San Marcos y san Pedro

En cuanto a la trazabilidad de la copa desde Jerusalén hasta Huesca, el profesor Zarzo apunta que «la trazabilidad de la copa de ágata durante 800 años suscita muchos interrogantes, ya que hay muy pocos vestigios de la presencia del Santo Cáliz en la provincia de Huesca con anterioridad al siglo XII. Por este motivo, mucha gente considera que no puede demostrarse que la reliquia venerada en Valencia sea el auténtico Cáliz de la Última Cena».

Zarzo ya había apuntado en anteriores publicaciones que ha revisado la tradición que apunta a los propietarios de la copa, supuestamente la familia del evangelista san Marcos. «Si Marcos acompañó a San Pedro a Roma y tuvo una estrecha vinculación con él, esto hace verosímil que la Copa de la Última Cena viajara hasta Roma, como afirma la tradición».

Además, en la revista Religions, el investigador aporta otras claves: «Excavaciones arqueológicas en las décadas de 1970 y 1980, en Jerusalén y alrededores, han descubierto una gran cantidad de recipientes tallados en piedra caliza de época romana».

Objeto impuro

Estos hallazgos ponen «de manifiesto que, en época de Jesucristo, era habitual el uso de recipientes tallados en piedra para usos rituales de ámbito doméstico, probablemente porque se consideraban inmunes a la impureza ritual. Es decir, que no necesitaban ser purificados».

Según afirma el investigador, «desde un punto de vista teológico es muy simbólico que Jesús hubiese utilizado un cáliz preciado no susceptible de impureza para instituir la Eucaristía. Este conocimiento es relativamente reciente, pero era totalmente desconocido en época medieval, lo cual refuerza la autenticidad del Santo Cáliz de Valencia».


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