El Ministerio de Relaciones Exteriores británico dijo este martes estar «muy preocupado» por el arresto en China de un empleado de su consulado en Hong Kong.
«Estamos preocupados por las informaciones sobre un miembro de nuestro equipo que fue detenido», declaró el organismo en un comunicado.
«Estamos dando apoyo a su familia y buscando más información de las autoridades en la provincia de Guangdong y en Hong Kong», agregó el texto.
El consulado británico se rehusó a confirmar el nombre del empleado, mientras que un responsable chino dijo por su lado «no estar al tanto» de la situación.
El hombre viajó a Shenzhen para una reunión de negocios el 8 de agosto, pero no regresó a Hong Kong, según el diario local HK01.
24 horas después, la policia hongkonesa confirmó la apertura de un proceso de investigación sobre una persona desaparecida.
«De momento no hemos recibido notificación de las autoridades» de China, sobre una posible detención del empleado, dijo Kong Wing-cheung, representante de la policía.
El incidente se origina en momentos cuando la antigua colonia británica vive su peor crisis política en décadas.
En contexto
Multitudinarias manifestaciones prodemocracia tienen lugar en Hong Kong desde hace 10 semanas, que a menudo terminan con enfrentamientos violentos entre la policía y manifestantes radicales.
En las últimas semanas, China ha subido el tono frente a las protestas que ve como un desafío directo a su gobierno, y ha calificado las acciones más violentas de los manifestantes de «casi terroristas».
El movimiento de protesta en Hong Kong fue causado por la oposición generalizada a un plan que permitía extradiciones a China.
No obstante, las manifestaciones devinieron en un movimiento más amplio por los derechos y libertades democráticas, y contra la influencia de Pekín en el territorio.
Hong Kong le fue devuelto a China en 1997, pero este territorio de siete millones de habitantes conserva un estatus especial de cierta autonomía y con libertades inexistentes en el gigante asiático.