cáritas nicaragua

El gobierno nicaragüense, a través del Ministerio de Gobernación, aprobó este martes la cancelación de la personalidad jurídica de Cáritas de Nicaragua, la pastoral social de la Iglesia católica.

La cancelación de la personalidad jurídica de Cáritas de Nicaragua fue acordada por «disolución voluntaria de miembros» y aprobada por la ministra de Gobernación, María Amelia Coronel Kinloch, según el acuerdo ministerial publicado en el diario oficial La Gaceta.

Cáritas de Nicaragua tenía estatus legal desde el 30 de noviembre de 1994 y la presidía desde el 15 de diciembre de 2021 monseñor Sócrates René Sándigo Jirón, obispo de la diócesis de León y Chinandega.

Según la cartera de Gobernación, Cáritas de Nicaragua solicitó la cancelación de su personalidad jurídica «por disolución voluntaria y liquidación de dicho organismo», acordada de forma unánime por sus miembros, en una sesión extraordinaria celebrada el 31 de enero.

Ilegalización de ONG

Es decir, esa solicitud se hizo como parte de una masiva ilegalización de ONG nicaragüenses y extranjeras por el gobierno de Daniel Ortega.

También en el contexto de los roces entre el Ejecutivo sandinista y la Iglesia católica en Nicaragua, que incluye el arresto del obispo Rolando Álvarez, a quien condenaron a 26 años y 4 meses de prisión por delitos considerados «traición a la patria» por negarse al destierro.

El Ministerio de Gobernación aprobó la cancelación, también por disolución voluntaria, de la personalidad jurídica de la Asociación Cáritas Diocesana de Jinotega (Cáritas Jinotega), inscrita desde el 22 de septiembre de 2006.

Esa cartera explicó que Cáritas Jinotega, que dirigía el obispo de esa diócesis y presidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua, Carlos Enrique Herrera, acordó la cancelación de su personalidad jurídica «por disolución voluntaria y liquidación de dicho organismo por decisión unánime por sus miembros» en una sesión extraordinaria celebrada el 23 de diciembre.

Cáritas de Nicaragua había denunciado un bloqueo aduanero

Cáritas de Nicaragua, que se presenta en su página web como el brazo social de la Conferencia Episcopal de Nicaragua, había denunciado el bloqueo aduanero que el gobierno de Ortega había impuesto a la pastoral desde 2019, impidiendo la recepción de donaciones del exterior.

En 2015, Cáritas de Nicaragua ganó el Premio Internacional de Mujeres Cultivadoras del Desarrollo, por su acción social caritativa y promoción del desarrollo, un premio dotado de 10 millones de euros (10,6 millones de dólares).

El 21 de febrero, el presidente Ortega calificó de «mafia» a la Iglesia católica y la acusó de ser antidemocrática por no permitir que los católicos elijan por voto directo al Papa, a los cardenales, a los obispos y a los sacerdotes.

Ortega ha llamado «terroristas» a los obispos nicaragüenses que actuaron como mediadores de un diálogo nacional con el que se buscaba una salida pacífica a la crisis que vive el país desde 2018.

También los ha calificado de «golpistas» y los ha acusado de ser cómplices de fuerzas internas y de grupos internacionales que a su juicio actúan en Nicaragua para derrocarlo.

La Policía Nacional, cuyo jefe supremo es Ortega, prohibió a la Iglesia católica en Nicaragua celebrar las procesiones de viacrusis durante la Cuaresma y la Semana Santa de este año.

Las relaciones entre los sandinistas y la Iglesia católica en Nicaragua han estado marcadas por roces y desconfianzas en los últimos 44 años.


El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!