Se excluirán algunos productos agrícolas, como la soja y la carne de cerdo, de los gravámenes a productos estadounidenses.
Así lo anunció la Comisión de Aranceles Aduaneros de China en una decisión tomada después de que el pasado miércoles el país dijo que posponía un año la aplicación de aranceles a 16 productos estadounidenses.
Estaba previsto que los gravámenes entraran en vigor el próximo martes.
Entre los bienes afectados por el retraso del arancel del 25% pensado para entrar en vigor el 17 de septiembre había productos como el alimento para peces o materias primas necesarias para la manufactura de medicamentos contra el cáncer.
Pero no los más sensibles como la carne de cerdo, la soja o los automóviles.
Sin embargo, el gigante asiático decidió incluir los dos productos agrícolas en la lista, una muestra más de la nueva ola de buena voluntad existente para llegar a un acuerdo.
Sector agrario, armas de lucha
El sector agrario ha sido una de las principales armas de lucha entre los dos países.
Una de las principales demandas de Estados Unidos es que China le compre más productos agrarios, en pro de igualar la balanza comercial.
Unas horas después de la decisión de China del pasado miércoles, Donald Trump confirmó que retrasará un aumento planificado de los aranceles al 30% de productos chinos por valor de 250.000 millones de dólares.
Esto para evitar el aumento de las tensiones comerciales antes del Día Nacional de China, el primero de octubre.
Reunión entre Estados Unidos y China
Liu He, viceprimer ministro chino, anunció que dos equipos de trabajo de Estados Unidos y China se reunirán la próxima semana para retomar las negociaciones comerciales.
La agencia oficial de noticias china Xinhua informó anoche que se efectuó la reunión en Pekín de Liu con el presidente del Consejo Comercial de Estados Unidos y China, Evan Greenberg.
En este encuentro, Liu confirmó que los grupos de trabajo de ambas partes tendrán «discusiones serias» sobre la balanza comercial, el acceso al mercado, la protección de los inversores y otros temas de preocupación común la próxima semana.
«El mundo entero espera ver progresos en las consultas comerciales entre China y Estados Unidos», dijo Liu. Greenberg apuntó que «el sector empresarial de Estados Unidos no quiere ver un aumento en los aranceles».
«Espera que los dos países resuelvan sus diferencias mediante consultas y restablezcan el comercio bilateral a la normalidad», agregó.
En el encuentro de la próxima semana, ambas delegaciones comenzarán a preparar la reunión convocada en Washington para principios de octubre.
Un encuentro que será una de las últimas oportunidades para solucionar la guerra comercial que mantienen estas economías, que comenzó a principios de 2018.