China

El apoyo militar de EE UU a Ucrania supone un claro mensaje disuasivo para China, argumentó el domingo el jefe de la OTAN, Jens Stoltenberg, al inicio de una visita a Washington destinada a presionar al Congreso para que continúe financiando la guerra con Rusia.

Después de que Estados Unidos enviara miles de millones de dólares en ayuda a Ucrania desde la invasión rusa de hace casi dos años, numerosos legisladores republicanos se han mostrado reacios a seguir apoyando a Kiev, cuestionando la eficacia de esa asistencia.

El presidente Joe Biden pidió al Congreso que apruebe otro paquete de 61.000 millones de dólares de asistencia a Ucrania. A cambio, los republicanos exigen modificaciones significativas de la política de inmigración y control en la frontera con México, furiosos por los niveles récord de ingresos de indocumentados.

Stoltenberg planea defender esta semana en Washington la continuación de la ayuda a Ucrania.

«Lo que importa es que Ucrania reciba apoyo continuo, porque debemos darnos cuenta de que esto es seguido de cerca en Pekín», dijo el secretario general de la OTAN en Fox News.

Analistas locales sostienen que China, que reclama la isla autónoma de Taiwán como parte de su territorio y no ha descartado el uso de la fuerza para tomar su control, está observando si el que fuera un fuerte apoyo occidental a Ucrania se está desvaneciendo.

China podría emprender acciones militares

Si Estados Unidos y sus aliados abandonan Kiev, China podría verse tentada a emprender acciones militares. Esto lo harían para tomar el control de Taiwán, aseguran.

«No sólo estamos haciendo a Europa más vulnerable, sino también a Estados Unidos si (el presidente ruso Vladimir) Putin consigue lo que quiere en Ucrania», añadió Stoltenberg.

El acuerdo que se está negociando en el Congreso es «un buen acuerdo», afirmó.

La ayuda a Ucrania, agregó, es apenas una fracción del presupuesto del Pentágono, pero ha permitido «destruir y degradar sustancialmente al ejército ruso».

«Debemos seguir haciéndolo», estimó, y además esa asistencia es beneficiosa para los trabajadores estadounidenses, «porque el dinero invertido se utiliza para comprar armas fabricadas en Estados Unidos».

Stoltenberg se reunirá el lunes con el secretario de Estado Antony Blinken, el secretario de Defensa Lloyd Austin, y el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan. El martes tiene previsto hacerlo con legisladores republicanos y demócratas involucrados en el debate sobre la ayuda a Ucrania.

El expresidente Donald Trump, casi seguro candidato republicano para las elecciones de noviembre, que a menudo ha hablado con aprecio de Putin, ha instado a los legisladores de su partido a rechazar el acuerdo de inmigración que se está negociando en el Congreso, lo que también torpedearía la ayuda a Ucrania.


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