Carlos El Chacal Juicio
Foto Archivo

El venezolano Ilich Ramírez Sánchez, alias Carlos «El Chacal», tuvo su tercer juicio este miércoles ante el tribunal de París que debe fijar la pena por su responsabilidad en un atentado en una galería comercial en 1974 que dejó dos muertos y 34 heridos.

Este juicio representa «la última ronda judicial» para un «veterano del terrorismo» y «un viejo conocido de la justicia francesa», en palabras del diario Le Parisien, y sobre quien ya pesan dos cadenas perpetuas por otros hechos.

Su llegada al banquillo de los acusados este miércoles mostró la experiencia ante los tribunales de esta figura de la lucha armada antiimperialista de los años 1970-1980.

El hombre de 71 años, vestido con chaqueta oscura y con la mascarilla por debajo de la nariz, saludó sonriente a sus abogados, así como a conocidos en la sala. Entre las manos, el acusado de pelo y bigote blancos tenía un libro sobre su persona.

Y cuando el presidente del tribunal le pidió que confirmara su identidad, su empleo y su domicilio, respondió: «Estoy de vacaciones forzadas desde hace 27 años y medio». Además denunció el cacheo de su ropa por parte de los policías.

En el caso del atentado perpetrado hace 47 años en el centro de París, la justicia ya confirmó su culpabilidad, pero en noviembre de 2019 la Corte de Casación ordenó que se revisara la pena impuesta, una tercera cadena perpetua.

En apelación, a este exmiembro del Frente Popular para la Liberación de Palestina se le declaró culpable de asesinatos y tentativas de asesinato por «efecto de una potencia explosiva» y por transportar «un artefacto explosivo sin motivo legítimo».

Sin embargo, en casación, el alto tribunal francés consideró que el transporte de la granada era una operación preliminar necesaria para la comisión de los otros delitos.

Arqueología judicial

Tras criticar una arqueología judicial en este caso, uno de los más antiguos juzgados en Francia, su abogada, Isabelle Coutant-Peyre, pidió durante la primera jornada del juicio la anulación del cargo de transporte de artefacto explosivo.

«La Corte de Casación anuló esta condena que es un delito. Entonces, ¿cómo podemos dejar el resto si no hay artefacto explosivo? He dado el ejemplo de que es una mesa a la que retiras las patas», dijo a la AFP la letrada.

Pero, siguiendo la opinión del fiscal y tras un receso, el presidente del tribunal rechazó la demanda, al defender que los hechos ya fueron juzgados. Ahora, deben fijar la pena, con base en el contexto de la infracción y su personalidad.

El ataque en Drugstore Publicis tuvo lugar el 15 de septiembre de 1974 en París. Sobre las 17H10, una granada desde un restaurante ubicado en un piso superior estalló en la planta baja de la entonces popular galería comercial.

Para la acusación, se buscaba facilitar la liberación de un japonés detenido en Orly, miembro del Ejército Rojo japonés, un grupo armado nipón de extrema izquierda que simultáneamente había secuestrado rehenes en la embajada francesa en La Haya.

A falta de muestras de ADN y de confesión, condenaron al venezolano por una serie de elementos de cargo, entre ellos el testimonio de un antiguo compañero de armas arrepentido, el alemán Hans-Joachim Klein.

La investigación reveló que la granada usada en el Drugstore procedía del mismo lote robado en una base militar en Alemania que unas halladas en la casa de la amante de Carlos y que las abandonadas en la toma de rehenes en La Haya.

El juicio contra Carlos «El Chacal», que negó haber dado una entrevista en 1979 a la revista El Watan Al Arabi en la que reconocía esta acción, debe prolongarse hasta el próximo viernes.

Ramírez Sánchez ya fue condenado dos veces a perpetuidad por un triple asesinato en 1975 en París y cuatro atentados con bomba cometidos en Francia en 1982 y 1983 (11 muertos y 191 heridos).


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