Foto: EFE

La normalidad parece haber regresado a la ciudad costera de Guayaquil, capital comercial de Ecuador y en la que este jueves estaban abiertas las vías de comunicación bajo la atenta mirada de las fuerzas del orden, mientras que en Quito se agravan las masivas protestas contra el gobierno.

En la mañana el Ejército y la policía abrieron, al tránsito de vehículos, el puente de la Unidad Nacional, que permaneció cerrado durante toda la jornada del miércoles para impedir el acceso de manifestantes de fuera de la urbe.

Efe constató una actividad relativamente regular en las calles principales del centro, donde también resaltaban las patrullas militares encargadas de velar por el orden público.

Aunque más escaso, el transporte también operaba con una relativa normalidad. Desde este jueves el billete costaba cuarenta centavos de dólar; diez más desde que entró en vigor el aumento de precios programado por el paquete de medidas económicas que implementó el gobierno, lo cual fue el origen de las protestas de los últimos ocho días en el país.

Aun así, algunos conductores confesaron haber aceptado los 30 centavos que costaba hasta ahora por ser el primer día de la implementación de la nueva ley.

Actividad comercial se reanudó

La actividad comercial, a su vez, se había reanudado parcialmente. Muchas tiendas habían vuelto a abrir y los transeúntes volvían a comprar en ellas. Sin embargo, algunas tenían problemas de desabastecimiento de productos básicos, sobre todo los mercados que se nutren de productos de fuera de la urbe.

El mercado mayorista de Guayaquil, el centro neurálgico desde donde se redistribuyen los víveres hacia los pequeños y grandes comercios, mostraba carencias de productos básicos en la alimentación de los ecuatorianos, como zanahoria, patata (papas) y limón.

Para evitar el desabastecimiento, esta noche estaba prevista la llegada, bajo custodia del Ejército, de algunos camiones con mercancías de la serranía.

Guayaquil, donde se encuentra el presidente Lenín Moreno desde que trasladó allí la sede de su gobierno, se mantiene bajo una calma relativa en esta ola de protestas que comenzó la semana pasada debido a la anulación de los subsidios a la gasolina.

El miércoles sus calles fueron incluso escenario de una masiva manifestación por la paz, que trataba de ser el contrapeso a las violentas protestas que se llevan a cabo en Quito.

Allí sus principales autoridades clamaron por la paz en el convulsionado país; y una multitud de personas, muchas vestidas de blanco y con banderas blancas y celestes de Guayaquil, se agolparon en la simbólica avenida 9 de Octubre.

La alcaldesa guayaquileña, Cynthia Viteri, recordó que la concentración se daba en un día en el que su ciudad celebraba los 199 años de su independencia colonial, pero dijo que también buscaba responder al intento de grupos que intentaban infiltrarse en la ciudad para manifestarse, como ocurrió en la capital del país.


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