AFP

Silencio, eso es lo que prevalece en estos días por las calles y avenidas de Buenos Aires. La capital Argentina, muestra una cara completamente diferente al dinamismo, furor y adrenalina que la caracteriza.

Comercios cerrados, poca afluencia vehicular, calles solitarias,
personas preocupadas por guardar la distancia, y aunque el uso de tapabocas no es obligatorio en el país, hay quienes lo usan al momento de salir a hacer las compras en los supermercados o negocios más próximos a su lugar de residencia.

El imponente Obelisco de la ciudad, se alza en el centro de una metrópolis destacada por su vida bohemia y nocturna, así como por su colorido, música y muestras de arte callejero, en la que usualmente se respira cultura y rebeldía.

Hoy esa dinámica se ha puesto en pausa, una pausa obligatoria y necesaria, que busca hacer frente a una realidad que ha paralizado a gran parte del mundo, el covid-19. Hay silencio.

El primer caso de coronavirus en el país suramericano lo dio a conocer por el Ministerio de Salud el pasado 3 de marzo, un
hombre de 43 años de edad que había ingresado recientemente al país, proveniente de Italia.

Es a partir de este momento que comienza la frenética carrera entre el aumento de casos, las medidas ejecutivas basadas en la prevención y control de la epidemia, que fue declarada oficialmente como pandemia el 11 de marzo por la Organización Mundial de la Salud, y llevo a la paralización parcial, pimero, y luego total del
país, con base a un decreto de aislamiento social, preventivo y obligatorio promulgado por el Ejecutivo el 19 de marzo, ante una “potencial crisis sanitaria y social sin precedentes”.

Tras estos primeros anuncios, las restricciones han ido creciendo con el paso de los días, y a su vez, la dinámica diaria dentro del país ha ido mutando y adaptándose a las circunstancias.

Las redes sociales, plataforma de masivas convocatorias

Ante el encierro y la necesidad de sociabilización y comunicación, el internet y las redes se han convertido en los mejores cómplices a la hora de transmitir un mensaje, manifestar una idea, recordar un hecho histórico, darle continuidad a un movimiento, fortalecer las esperanzas y brindar animo a quienes lo necesitan.

Son muchos los ejemplos que se pueden dar sobre esto, a diario y desde cualquier lugar de la tierra con una buena conexión a Internet, se pueden presenciar las iniciativas que se dan dentro de las mismas plataformas, como los Live de Instagram, la ventana o el mecanismo de comunicación favorito de muchos, durante estos últimos días.

Es en las redes, donde los argentinos han encontrado una nueva forma de conmemorar fechas y sucesos históricos tan importantes como el Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia, que tiene como fecha el 24 de marzo y remite al último golpe de Estado realizado en el país, y dejar atrás tanto silencio.

Como parte de la conmemoración de ese día, suele realizarse una marcha tradicional hacia la Plaza de Mayo, entre otras actividades que este año no pudieron efectuarse debido a las medidas adoptadas. En su lugar, y por primera vez, la manifestación debió mutar, y desarrollarse a través del universo social media.

Se denominó Pañuelazo blanco a la iniciativa que propuso hacer visible el pañuelo blanco “como símbolo de lucha”. Se invitaba a la personas a colgar pañuelos en los balcones y puertas, pintarlos en paredes, y sacar fotos o videos para subirlos en las redes y compartirlos con la etiqueta #PañuelosConMemoria.

Asimismo, el movimiento feminista ha buscado formas de alzar la voz y llamar la atención, ante los femicidios que en medio del encierro ocurren en la nación. Bajo el lema El machismo no se toma cuarentena, las mujeres realizaron el pasado lunes un «ruidazo», tocando cacerolas y haciendo sonar objetos e instrumentos de percusión desde sus casas, en exigencia de respeto y protección a la vida.

Argentina aplaude, en apoyo a los héroes

En definitiva, la dinámica en Buenos Aires ha cambiado, tal y como ha ocurrido en tantas otras ciudades y partes del mundo. Sin embargo, uno de esos cambios, tan notorio como el propio silencio de sus calles, ha sido el fraternal, alegre, y esperanzador aplauso generalizado, que desde el mismo 19 de marzo, cada noche resuena con fuerza desde las terrazas, balcones y ventanas de los hogares.

Son aplausos de agradecimiento dirigido especialmente al personal médico y los trabajadores de salud, los héroes que a diario deben hacer frente a un enemigo invisible, poderoso y poco conocido.

Argentina aplaude es una campaña que surgió y se viralizo a través de Whatsapp y redes sociales. Siguiendo iniciativas similares de Italia y España, la idea consiste en brindar un aplauso masivo en apoyo a los médicos y auxiliares en su lucha contra el coronavirus.

Aceptando la invitación, las personas de manera espontánea han continuado la dinámica, y todos los días, a las 9:00 pm, aplauden, dan gritos de apoyo, y colocan el himno a modo de sentir patrio. En  algunos casos, ciertos vecinos han empleado proyecciones y juegos de luces para animar el ambiente.

 

Sin dudas es este uno de los momentos más emotivos del día. Hay zonas en las que se suele extender al menos 10 minutos entre aplausos, himno y canciones varias.

Las cacerolas suenan para que los políticos se bajen los sueldos

Desde el pasado 30 de marzo, además de los aplausos, se han comenzado a escuchar con fuerza el rugir de las cacerolas, esto en reclamo directo a la dirigencia política y las autoridades judiciales, para que se bajen los sueldos en medio de la cuarentena por el coronavirus.

Este martes, el cacerolazo volvió a sonar, pero esta vez, se replicó en otras localidades del país, y desde las provincias de Córdoba y Tucumán fueron varios los videos que se compartieron en las redes bajo el hashtag #BajenseLosSueldos.

El tema de los salarios de la clase política y del Poder Judicial es algo que se instaló en la agenda social desde la implementación del impuesto a la compra de dólares o «dolar solidario», y que ha vuelto a cobrar fuerzas los últimos días tras la cuarentena y los posibles efectos económicos que ésta traerá consigo a la ya compleja economía del país.

En cuarentena hasta después de Semana Santa

Hasta el 31 de marzo estaba prevista la cuarentena. Sin embargo, ante el alza de los casos, el presidente Alberto Fernández anunció el pasado domingo la extensión del decreto que promueve el aislamiento preventivo y obligatorio, que regirá hasta después de Semana Santa, es decir, hasta la medianoche del 12 de abril.

La medida, tiene como propósito seguir controlando la transmisión del virus, que hasta la noche de este martes, sumaba 88 nuevos casos, un total de 1.054 contagiados y 27 muertos. Sobre esta decisión, y sus posibles repercusiones en la economía nacional, Fernández expresó que es un momento de excepción, y no se debe caer en el falso dilema entre la salud o la economía.

“Una economía que cae siempre se levanta, pero una vida que termina no la levantamos más”, enfatizó.

@EsDaniFlores


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