edificio incendio Valencia
Varios bomberos trabajan, este sábado, refrescando rescoldos en el edificio incendiado en el barrio de Campanar de Valencia, España. Foto: EFE/Manuel Bruque

Los bomberos concluyeron este sábado la inspección del edificio de viviendas incendiado en Valencia (España), por lo que no se espera que haya más víctimas mortales que añadir a los diez fallecidos en un fuego que las autoridades califican de «imposible de parar».

El jefe de bomberos en la ciudad, Enrique Chisbert, informó de que registraron cada una de las habitaciones de todos los pisos del edificio incendiado el jueves.

Chisbert dijo a los periodistas que allí permanece un retén de bomberos, para colaborar con la Policía Científica y en prevención de que pueda reavivarse el fuego por el viento, pero no hay riesgo de que pueda colapsar el inmueble.

El incendio, que en apenas una hora calcinó un edificio de 14 plantas y otro anexo, causó además una quincena de heridos, más de la mitad bomberos, de los que solo dos permanecen hospitalizados sin que se tema por su vida.

La investigación sobre las causas del siniestro sigue bajo secreto de sumario

La ministra española de Ciencia, Diana Morant, que participó en Valencia en unos minutos de silencio por las víctimas, aseguró que es necesario «estudiar qué ha pasado» y está solicitado ya un estudio a un instituto de Madrid especializado en edificación.

El progreso del fuego «no estaba escrito en ningún protocolo de incendios» que siguieron los servicios de emergencias, pero se encontraron con un fuego «imposible de parar», declaró a los medios.

El conserje del edificio, llamado Julián, que asistió a la concentración silenciosa, manifestó que las llamas se iniciaron en la planta 8 y que los fallecidos vivían en la 9 y 10.

Los cuerpos de las víctimas mortales fueron trasladados al Instituto de Medicina Legal de Valencia, donde se han reforzado los equipos para practicar las autopsias.

La ciudad vive este sábado su segundo día de luto oficial por el incendio que arrasó el edificio de 138 viviendas en esta ciudad del este de España, de unos 800.000 habitantes.

De las personas que vivían en este edificio de dos bloques, un centenar pasaron la noche en hoteles de la ciudad, donde se calcula que podrán estar una semana a la espera de poder acceder a un inmueble de 131 viviendas adquirido por el Ayuntamiento recientemente y que se pondrá a su disposición.

La investigación sobre las causas del siniestro sigue bajo secreto de sumario, mientras los alrededores del edificio continúan vallados y con vigilancia policial.


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