Al menos dos civiles murieron por ataques aéreos rusos contra una estación de bombeo de agua abandonada en el noroeste de Siria controlado por los rebeldes, dijeron los equipos de emergencia este 23 de agosto.
Dos proyectiles cayeron el martes cerca de Ein Shib, al oeste de la ciudad de Idlib, golpeando esta instalación donde vivían sirios desplazados, dijo un corresponsal de la AFP en el lugar.
Los equipos de rescate dijeron que al menos dos civiles murieron, pero que no había rastro de otras personas que vivían en ese lugar.
La intervención rusa en la guerra de Siria desde 2015 permitió al régimen de Damasco recuperar gran parte del territorio que había cedido a los rebeldes en casi 12 años de conflicto.
La región rebelde de Idlib cuenta con 3 millones de habitantes, la mitad de ellos desplazados de otras partes del país.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), ONG que supervisa el conflicto, dijo que los ataques apuntaban «a bases militares pertenecientes a Hayat Tahrir al Sham (HTS)», un grupo yihadista que controla ese bastión.
Rusia aumentó sus acciones en Siria en días recientes. Asimismo, la misma noche bombardeó la localidad de Ariha, al sur de Idlib, dijeron el corresponsal de la AFP y OSDH.
Horas antes habían atacado una base rebelde al norte de Idlib donde murieron tres miembros del HTS y el pasado lunes mataron a 13 yihadistas del mismo grupo en las afueras de la ciudad, según el OSDH.