El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, se irritó este lunes cuando conversaba con algunos seguidores y una mujer preguntó por las más de 600.000 muertes que ya causó el covid-19 en ese país.
Bolsonaro
«¿En qué país no murió gente?», preguntó tres veces Bolsonaro.
Ante la falta de respuesta de la mujer agregó visiblemente molesto: «Mire, no vine aquí para aborrecerme».
Brasil superó la barrera de las 600.000 muertes por covid-19 el viernes, 8 de octubre. Hasta ahora el mandatario no había fijado posición sobre esa trágica marca.
Antes de ser interrumpido por la mujer, en una conversación con algunos seguidores en la playa de Guarujá, Bolsonaro aseguraba que el país estaba saliendo de esa crisis sanitaria, la cual consideró que «prácticamente acabó».
Caída de muertes y contagios
Argumentaba esto con base en la fuerte reducción de las cifras de muertes y contagios registrada en los últimos meses.
Esa caída vertical de las estadísticas se atribuye sobre todo al avance de la vacunación que llega con la pauta completa a 47% de los 213 millones de brasileños.
«Me dicen negacionista y dimos 20.000 millones de reales (unos 3.700 millones de dólares) para comprar vacunas». Así lo señaló Bolsonaro, que desde el inicio de la pandemia siempre minimizó su gravedad.
Bolsonaro volvió a criticar lo que llama «la política del quédese en casa que la economía viene después». Esto en alusión a los confinamientos y otras medidas que restringieron la movilidad en los peores momentos de la crisis sanitaria y fueron adoptadas por gobernadores y alcaldes.
«Ahora nos quedó la inflación y todos pagamos la cuenta», apuntó el presidente.
Sostuvo que la pérdida del poder adquisitivo de los brasileños con los aumentos de precios registrados este año, ya cercanos a 9%, son consecuencia de esas medidas restrictivas.