El gobierno de Jair Bolsonaro planea cerrar la Embajada de Brasil en Venezuela como otro intento para aislar aún más al régimen de Nicolás Maduro y ejercer mayor presión para forzar su salida del poder.
Una fuente vinculada con el proceso, pero que no tiene permitido hablar públicamente del asunto, informó a Bloomberg que Brasil espera retirar a sus funcionarios de Caracas dentro de dos meses.
Bolsonaro reconoce a Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela y le otorgó su credencial a María Teresa Belandria, embajadora designada en Brasil por la legítima Asamblea Nacional.
El funcionario expresó que la presión diplomática continúa siendo una opción clave en la estrategia internacional para sacar a Maduro de Miraflores, aunque pareciera que la campaña de Guaidó hubiese perdido impulso en los últimos meses.
Actualmente, hay alrededor de 15 empleados y agregados del Ministerio de Relaciones Exteriores en la embajada de Caracas, indicó Bloomberg.
Bolsonaro no ha expulsado a los delegados del régimen de Maduro en ese país, que, sobre todo, tienen las acreditaciones vencidas, una situación que ha generado una lucha con los representantes de Guaidó por cumplir con las convenciones diplomáticas o manejar los asuntos consulares.