Bolsonaro
Foto: Archivo

El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, decretó este martes un reajuste de 4,1% del salario mínimo en Brasil. Es decir, desde 998 reales (249 dólares) en 2019 hasta 1.039 reales (unos 260 dólares) en 2020. La variación está por encima de la tasa de inflación del año y superior al previsto en el presupuesto.

El nuevo salario mínimo de los trabajadores brasileños se fijó en un decreto publicado este martes en una edición extraordinaria del Diario Oficial de la Unión. Pasa regir a partir del 1 de enero.

El incremento determinado por el líder ultraderechista se ubicó ligeramente por encima del propuesto por los miembros de su equipo económico. Defendían que el salario tan solo repusiese la inflación de 2019, que, según las últimas proyecciones, resultó ser de 3,86% tras haberse situado en 3,22% entre enero y noviembre.

El gobierno incluso presentó a consideración del Congreso -y fue aprobado este mes- el proyecto de ley de presupuesto para 2020. Este preveía elevar el salario mínimo hasta 1.031 reales (unos 257,7 dólares), con un incremento de 3,31 %.

Advertencias sobre el salario

El ministro de Economía, Paulo Guedes, dijo hace dos semanas que un reajuste del salario mínimo por encima de la inflación podría desequilibrar las cuentas públicas. Por lo tanto, generaría desempleo.

Ello debido a que, además de servir de base para el salario mínimo que las empresas tienen que pagar a sus trabajadores, el valor también es referencia para reajustar los beneficios asistenciales, las pensiones, las jubilaciones y hasta el seguro de desempleo.

De acuerdo con los datos del Ministerio de Economía, por cada real de aumento al salario mínimo, el gobierno tiene que gastar 319,1 millones de reales (unos 79,6 millones de dólares).

El ajuste de las maltrechas cuentas púbicas, tras varios años de déficits y deuda récord, es una de las prioridades de Bolsonaro desde que asumió su mandato.

La principal medida de ajuste fiscal del ultraderechista fue la reforma al sistema de jubilaciones y pensiones. Ya está aprobada por el Congreso e impuso una edad mínima de jubilación para los brasileños.

Ligero aumento

En su decreto de este martes, Bolsonaro explicó que el reajuste tuvo que ser superior al aprobado en el presupuesto debido a que se espera un ligero aumento de la inflación en diciembre y por lo tanto del año.

Pese a que el gobierno tiene bajo control el índice de precios, en las últimas semanas el salto de las exportaciones de carne bovina hacia China provocó un aumento del costo de este producto para los consumidores brasileños. Ese reajuste incidió en la inflación tanto de noviembre como de diciembre.

La decisión de elevar el salario mínimo por encima de lo previsto la tomó Bolsonaro tras reunirse con algunos de sus colaboradores este martes.

El Ministerio de Economía explicó en un comunicado que, para definir el nuevo valor del mínimo, se tuvo en cuenta el mandato constitucional que prevé la preservación del poder adquisitivo del salario mínimo.


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