Piden a Biden declarar Tren de Aragua como una organización criminal ucrania misiles
Foto: Jim WATSON

El presidente estadounidense, Joe Biden, y su homólogo chino, Xi Jinping, hablaron el martes por teléfono sobre Taiwán, la inteligencia artificial y temas de seguridad con la intención de demostrar el regreso al diálogo regular entre los líderes de ambas potencias pese a las tensiones.

Es la primera conversación directa entre los dos líderes desde que la cumbre de noviembre en California renovó los lazos entre ambas naciones y generó la promesa de una mejor cooperación.

Esta llamada ha sido un “intercambio sincero y profundo” sobre asuntos de interés común, estimó la cadena estatal china CCTV.

En un comunicado, la Casa Blanca afirmó que la conversación se centro tanto en las posibilidad de “cooperación” como en las “diferencias”.

La secretaria del Tesoro estadounidense, Janet Yellen, irá a China “en los próximos días” y el jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, “en las próximas semanas” para proseguir el diálogo, anunció la Casa Blanca.

El diálogo no tenía como finalidad hacer “anuncios”, sino “un balance” tras la cumbre de California, dijo.

China y Estados Unidos atravesaron un período de tensión muy fuerte a principios de 2023, cuando un globo chino sobrevoló el territorio estadounidense.

Pese al deshielo en la relación, no se desprende un acercamiento en los comunicados de prensa oficiales publicados por ambas partes.

La cuestión de Taiwán volvió a ser un punto importante de la conversación. Biden “subrayó la importancia de mantener la paz y la estabilidad a través del Estrecho de Taiwán, así como el Estado de derecho y la libertad de navegación en el mar de China Meridional”, señaló la Casa Blanca.

En tanto, Xi le dijo a Biden que Taiwán sigue siendo “una línea roja infranqueable” para China, según la agencia de prensa oficial Xinhua. “No permitiremos que las actividades separatistas o la injerencia externa que apoyan a las fuerzas de la ´independencia de Taiwán´ queden sin control”.

China reclama la soberanía de Taiwán, una isla de gobierno autónoma que Pekín considera parte de su territorito. Washington la apoya militarmente, pero se opone a cualquier cambio por la fuerza del statu quo y reafirma su política de “una sola China”.

Ambos dirigentes hablaron de Taiwán antes de la toma de posesión de Lai Ching-te, presidente electo de la isla, quien prometió salvaguardar la independencia de facto del país respecto a China y alinearse con otras democracias.

Entre otras cuestiones, Biden insistió en realizar interacciones sostenidas en todos los niveles de gobierno pues piensa que esto es clave para evitar que la competencia entre las dos enormes economías y potencias nucleares se convierta en un conflicto directo. Aunque las cumbres en persona se realizan quizás cada año, funcionarios afirman que Washington y Pekín reconocen el valor de las interacciones más frecuentes entre sus líderes.

Además, el mandatario estadounidense expresó su “preocupación” por el apoyo económico e industrial que Pekín ofrece a Moscú, según declaró la Casa Blanca. “Pasado un tiempo hemos visto realmente a la República Popular China empezar a ayudar a reconstruir la base industrial de defensa de Rusia”, mermada tras la invasión a Ucrania.

Otro de los temas de disputa son las restricciones que Washington impuso a algunas exportaciones tecnológicas de punta a China.

Xi Jinping lo considera un intento de socavar el desarrollo tecnológico de su país y afirmó a su homólogo que Pekín no “se quedará de brazos cruzados” ante estas restricciones.

El presidente chino puso énfasis en que “Estados Unidos ha lanzado una serie interminable de medidas para reprimir la economía, el comercio, la ciencia y la tecnología de China, y la lista de sanciones contra las empresas chinas es cada vez más larga”, según Xinhua.

Estados Unidos “continuará tomando las acciones necesarias para evitar que las tecnologías estadounidenses avanzadas se utilicen para socavar” la seguridad nacional, le respondió Biden, según la Casa Blanca.

Más allá de los temas de tensión, China y Estados Unidos tienen la intención de seguir cooperando siempre que sea posible, según el compromiso asumido en la cumbre de noviembre.

La funcionaria estadounidense mencionó en particular la cooperación en inteligencia artificial y la lucha contra el narcotráfico, así como el deseo de restablecer las comunicaciones militares regulares.

En ese sentido, Biden reiteró a Xi su “preocupación” por Tiktok y su matriz china, así como también reforzó las advertencias por los continuos ataques cibernéticos maliciosos contra la infraestructura estadounidense, de cara a las elecciones 2024.

“El presidente reiteró nuestras preocupaciones sobre la propiedad de TikTok”, declaró a los periodistas el vocero del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby.

Asimismo, el estadounidense presionó a su par chino para que haga más para cumplir con sus compromisos de detener el flujo de narcóticos ilegales y evitar la exportación de precursores químicos adicionales. Esa promesa se hizo en la cumbre de los líderes realizada el año pasado en Woodside, California, en los márgenes de la reunión de la Asociación para la Cooperación Económica Asia-Pacífico.


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