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Joe Biden, aspirante a la candidatura demócrata en las elecciones de 2020, opinó que el presidente Donald Trump se dejó “timar por Turquía” al acceder a retirar las tropas estadounidenses del norte de Siria. Dijo que  eso supone una «traición a sus propios militares».

Biden criticó duramente la política de Trump en un comunicado emitido un día después de que comenzara la ofensiva turca en el norte de Siria, que ya ha dejado al menos un centenar de muertos y 60.000 desplazados.

“Donald Trump ha vendido al mejor postor a las Fuerzas de Siria Democrática, los valientes kurdos y árabes que lucharon con nosotros para aplastar al califato del Estado Islámico”, dijo.

“Pero eso no es todo: también ha traicionado a nuestras valientes tropas, que se sacrificaron con ellos. Ha traicionado nuestra palabra como nación, sembrando dudas entre nuestros aliados en el mundo sobre los compromisos de Estados Unidos; y ha traicionado nuestra seguridad al dar luz verde a una incursión turca que creará el caos. Permitirá que el EI vuelva a crecer”, agregó.

Biden fustigó especialmente la afirmación de Trump de que no tiene ninguna obligación de proteger a los kurdosirios porque ellos “no ayudaron» a Estados Unidos «en la Segunda Guerra Mundial”.

“Bajo ese estándar, solo Canadá, un puñado de aliados europeos y otros podrían esperar que Estados Unidos saliera a defenderlos, e incluso ellos podrían tener dudas después de las acciones de Trump”, consideró.

Decisión impulsiva

El ex vicepresidente denunció que Trump “tomó esta decisión impulsivamente, tras una llamada telefónica con otro líder autoritario, el presidente turco Recep Tayyip Erdogan”.

“No hubo ninguna consulta con nuestros militares, nuestros diplomáticos o nuestros aliados. A Trump le timaron, sencillamente, porque no tiene ni idea de lo que está haciendo y es incompetente”, señaló.

El aspirante presidencial demócrata se sumaba así al coro de políticos de ambos partidos que han condenado la decisión de Trump, entre los que se encuentran férreos aliados del mandatario, como los senadores republicanos Lindsey Graham y Liz Cheney.

Graham anunció el miércoles un acuerdo bipartidista para impulsar un paquete de sanciones a Turquía que afectaría a cualquier activo en Estados Unidos de los líderes turcos, incluido Erdogan, además de prohibir la asistencia militar a ese país y los negocios con su sector energético.


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