Beatriz Becerra, Juan Guaidó
Foto esRadio

Juan Guaidó, presidente interino de la república, comenzó el pasado domingo 19 de enero una sorpresiva gira internacional para afianzar el esfuerzo que contribuya a la salida de Nicolás Maduro del poder. También con la finalidad de lograr una solución a la crisis compleja de Venezuela.

Precedido por las importantes reuniones que ha mantenido con jefes de Estado y altos funcionarios en los últimos días, Guaidó reconoció en 2019 que el esfuerzo por desplazar a Maduro del poder no fue suficiente.

Juan Guaidó en Madrid -
Juan Guaidó ofreció un discurso en un encuentro en la plaza de la Puerta del Sol, con migrantes venezolanos que viven en Madrid, en apoyo a la oposición venezolana | Foto Javier Soriano / AFP

En lo que se trataba entonces de otro comienzo, el líder opositor anunció en ese momento que comenzaría a trabajar hasta llegar a un encuentro con todos los sectores de la sociedad venezolana que esperan un cambio democrático en el país.

Y, para aportar credibilidad a la redirección de la lucha, el 5 de enero, día en el que fue reelegido presidente del Poder Legislativo en un acto que se hizo en la sede del diario El Nacional, anunció su separación del partido Voluntad Popular.

La ex eurodiputada Beatriz Becerra, en entrevista exclusiva con El Nacional, destacó la importancia de la gira internacional que emprendió Juan Guaidó en momentos en los que el régimen mueve sus piezas para quedarse al frente de la Asamblea Nacional y, así, tratar de legitimarse en unas eventuales elecciones parlamentarias.

—Siempre se ha mostrado atenta a la situación de Venezuela. En esta nueva etapa, ¿está dando Juan Guaidó los pasos correctos para recuperar la democracia en el país?

—No hay otra opción, Juan Guaidó entendió que esta prórroga de un año a su Presidencia encargada no tiene más extensión. Es decir, que el objetivo que se planteó tiene que lograrse y que para eso debe tener una capacidad de autoridad reconocida, de interlocución, de libertad y autonomía como presidente encargado para hacer lo que se deba hacer dentro de los marcos internacionales.

Yuri Cortez / AFP

Quedó muy clara la posición de Juan Guaidó una vez que fue reelegido tanto a lo que se refiere a su apelación a la acción como a su independencia de cualquier ámbito partidista para que no se produzca de nuevo ningún tipo de fragmentación dentro de las fuerzas democráticas, y creo que el papel de Estados Unidos es fundamental en este momento, pero desde la línea de acción de Europa, aunque desde nuestra parte tengamos claro que no movernos un ápice de la exigencia por el respeto de los derechos humanos y también de acompañamiento a la causa que está en examen preliminar en la Corte Penal Internacional.

—Maduro tiene a su favor una directiva ilegítima en la Asamblea Nacional. Ahora está en la jugada de apropiarse indirectamente de los partidos importantes de oposición para que participen en las elecciones parlamentarias…

—Hay una cuestión de enorme importancia que son las sanciones económicas. Aplicadas a los jerarcas del régimen, a todos los elementos que siguen formando parte de esa red clientelar, atrincherada y corrupta que le sigue permitiendo manejar fondos. Sin dinero el régimen no puede hacer nada; y ese proceso de intentar corromper desde dentro, que lo ha hecho en esta última parte para ocupar la AN, será mucho más difícil si no tiene manera de tener acceso a los fondos.

Luis Parra en el Palacio Federal Legislativo - Juan Guaidó
Foto EFE

Aunque se haya perdido bastante tiempo durante el año pasado, de ninguna manera pueden plantearse unas elecciones con Maduro. Llamémosle cese de la usurpación o como sea, de ninguna manera es planteable esa opción para un gobierno de cohabitación. La única forma de llegar a unas elecciones libres, creíbles y transparentes comienza por tener un gobierno interino en funciones que tome las (medidas) necesarias para que sean posibles. Empezando por renovar al Consejo Nacional Electoral y poner en marcha la justicia, con la certeza de que no habrá personas limitadas a tener acceso a las elecciones. Eso implica la libertad de todos los presos políticos y el fin de cualquier tipo de inhabilitaciones. Estamos hablando del secuestro de diputados, de medidas inhabilitadoras arbitrarias, de torturas que se siguen cometiendo. Ahí está el eje sin el cual no se puede llegar a esa evacuación del poder, que es necesaria.

—¿Debe la Unión Europea aceptar la invitación para que acompañe unas elecciones parlamentarias en Venezuela?

—A observar un proceso electoral instado por un gobierno de transición democrático, supervisado y movilizado por el Parlamento, por supuesto. Pero Maduro no es nadie para proponer nada. Cuando desconoces a alguien no tienes en cuenta ni aprecias ni valoras ni consideras ninguna de sus propuestas porque no tiene la capacidad ejecutiva ni tiene acreditada una interlocución para hacerlo. No hay ninguna elección que pueda plantear Maduro. Para la UE solo la Asamblea Nacional es la interlocutora, por eso ha sido también el interés de Maduro de ocuparla. También fue grave permitir el regreso de diputados chavistas que estaban expulsados por gravísimas vulneraciones de la Constitución. Eso se produjo en el contexto debilitador del proceso de Noruega. Desgraciadamente se insistió desde ese artefacto inútil del Grupo Internacional de Contacto para que se produjera. Estaba claro que los resultados serían los mismos.

Protesta de oposición
EFE / Rayner Peña

Pero da igual lo que proponga Maduro… para la Unión Europea, en lo que no haya un interlocutor legítimo, lo que él diga no tiene ningún valor ni será quien proponga nada. Maduro no puede pedir nada, Maduro no existe. En el momento en el que entregue las llaves de Miraflores y que se ponga a disposición de la justicia internacional podrá presentarse con su partido, pero las elecciones ni las convoca él ni las decide él ni establece los requisitos ni las ofertas o propuestas.

—¿Qué debe pasar entonces con el Grupo Internacional de Contacto?

—El Grupo Internacional de Contacto debió disolverse a los 90 días de su puesta en marcha. Eso estaba establecido en los estatutos que le hicieron constituirse. Si en 90 días no había resultado tangible, debía de disolverse. Eso no se produjo porque, entremedias, lo que hubo fue una redirección de su esfuerzo al ingreso de la ayuda humanitaria, cosa que no era su función, pero que utilizó de una manera transitoria. Pero su función se creó y se aprobó de una manera distinta a lo que inicialmente planteó en España. Se convirtió en internacional porque incluyeron países de Latinoamérica, que no se había planteado originalmente porque era un grupo europeo, pero de esos países que entraron ninguno pertenecía al Grupo de Lima.

Palacio Federal Legislativo, Juan Guaidó
Foto EFE

Por tanto, si el Grupo Internacional de Contacto mira su balance de resultados… es menos que cero. Ha contribuido a perder un tiempo precioso, a agravar el sufrimiento de los venezolanos, aunque no haya sido su intención. Cada día hay más sufrimiento, más pobreza y hay una degeneración de los pocos cimientos que quedaban para esa reconstrucción necesaria. Lo único que tiene que hacer el Grupo Internacional de Contacto es disolverse ya. Si la Unión Europea quiere plantear en esta nueva legislatura un grupo de representantes que se ponga a disposición de la AN para apoyarla y ayudarla a poner en marcha el proceso electoral con los requisitos debidos, será bienvenido, pero lo inútil debe desaparecer.

—¿Cuáles otras restricciones podrían aplicarse desde la Unión Europea?

Debe y tiene que ampliarse la lista de sancionados porque hay una parte que sigue sin cubrirse adecuadamente, que es la referida a los familiares de los sancionados y a toda la cadena de mando que ahora mismo forma parte de la causa que está en la Corte Penal Internacional. Toda esa cadena de mando debe pasar a formar parte de la lista de sancionados y ahí, por supuesto, está Nicolás Maduro.

—¿Realmente contribuyen las sanciones a la causa venezolana?

—Las sanciones están ayudando, sin ninguna duda, a que el régimen vea que no puede estar en uno de los territorios que más ha utilizado no solo para enviar a sus familiares, amigos y compinches, sino también el botín que han robado a Venezuela; y que sus activos están congelados, por supuesto, que es muy efectivo, aparte de que están señalados y tipificados como delincuentes y en la lista están expresados los delitos, las faltas o las vulneraciones.

Juan Guaidó
Federico PARRA / AFP

Además, hay otra medida fundamental que está perfectamente alineada con la posición europea. Se trata de que los Estados miembros de la UE, que son firmantes del Estatuto de Roma, apoyen la investigación ante la Corte Penal Internacional. Es fundamental que se sumen porque los crímenes de lesa humanidad no prescriben y eso tiene un efecto radicalmente eficaz. Los crímenes de Maduro no prescribirán y ese proceso tardará lo que tenga que tardar, pero que haya países europeos que firmen tendría una importancia y un salto cualitativo extraordinario. En esos crímenes no solo están expresados casos concretos de las víctimas de la violencia sistemática, sino que uno de los crímenes de lesa humanidad es el uso del hambre como arma de represión sistemática, masiva e intencional.

—Pero Maduro pareciera mostrarse muy tranquilo…

—Yo no lo veo nada tranquilo. De hecho, sobre todo en estos últimos días lo hemos visto completamente fuera de sí, está completamente fuera de sí, y el viaje de Delcy Rodríguez demuestra su nerviosismo. Sus insultos y sus salidas de tono respecto a Juan Guaidó también hablan de eso.

Nicolás Maduro - Archivo entrevista a Beatriz Becerra
EFE/ Miguel Gutiérrez

La cuestión económica es gravísima. En eso hay que mantenerse porque de lo que queda por explotar, que ya es muy poco, hay aspectos en los que es fundamental actuar, por ejemplo en el Arco Minero de Orinoco. Solamente desde la cohesión que existe en el ámbito internacional en la preservación del medioambiente daría para actuar de una manera concreta en ese aspecto y movilizar cualquier actuación, esa es otra de las acciones que tendrían un efecto inmediato. Hay que bloquear todas las posibles entradas de recursos y bloquear los activos en el exterior, que no puedan hacer negocios con nadie y, por supuesto, que no puedan extraer más oro.

—¿Todavía queda por hacer desde el punto de vista político?

—Debería promoverse que Venezuela no forme parte de ningún organismo internacional mientras no haya un gobierno democrático avalado por la comunidad internacional; de la misma manera que ya no forma parte de la OEA. El problema es la capacidad de veto en lo que se refiere al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. La actuación de Rusia y China en este sentido sería planteable. Rusia dejará caer a Maduro en el mismo momento que tenga garantías suficientes de que cobrará la deuda y acceso a los recursos. China ahora mismo tiene una prioridad mucho más económica que ideológica.

—¿Habría alguna intención detrás de la incursión en el espacio europeo de Delcy Rodríguez, a pesar de la sanción de la Unión Europea?

—El interés de Delcy Rodríguez yo no lo sé. Que salga precisamente el mismo día que salió de gira el presidente Juan Guaidó parece que tiene algo que ver; quizá intentaron desactivar el efecto positivo que estos viajes tendrán para la Presidencia legítima. Desde el gobierno de España deben aclarar muchas cosas, pero quedó claro quiénes eran los que iban en un vuelo hacia España. Eso puede tener muchos motivos.

Represión en las protestas opositoras, Juan Guaidó
Foto Archivo

—Quedará de manifiesto que todo esto sirve para reforzar aún más el cuadro internacional, para el conocimiento de que hay un gobierno ilegítimo, usurpador y criminal que tiene las alas cortadas; un régimen que está sancionado, al menos en la Unión Europea. Esto ha servido para dar un nivel de reconocimiento que antes no había; eso me parece interesante porque también fortalece la confianza de que las sanciones sirven y son útiles.

@Luisdejesus_

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